Durante la Reunión de Política Monetaria, el Consejo del Banco Central de Chile decidió unánimemente mantener la tasa de interés de política monetaria en 5%.
«El contexto externo sigue caracterizándose por la incertidumbre relacionada con las tensiones comerciales y sus repercusiones en la economía global. Existe un consenso respecto a que los efectos más significativos se manifestarán en la economía estadounidense. En este sentido, las proyecciones de crecimiento para ese país han seguido disminuyendo, mientras que los ajustes en otras economías han sido menores», indicó el banco en su comunicado.
Respecto a la inflación, añadió: «A pesar de que los datos recientes en Estados Unidos han sido más bajos de lo esperado, los riesgos asociados a la situación comercial son considerablemente altos. Además, el aumento del conflicto bélico en Medio Oriente añade más incertidumbre a este contexto. Su alcance y posibles impactos sobre la economía mundial y local son inciertos y deben ser monitoreados».
Sobre los anunciados aranceles derivados de la política de Donald Trump, el Banco Central observó que «los mercados financieros internacionales han atenuado los efectos iniciales de las tensiones comerciales. Después de un notable deterioro en abril, las bolsas de las economías desarrolladas han mostrado una recuperación, aunque el dólar continúa depreciado y los diferenciales de tasas largas en relación a Estados Unidos son menores. El precio del cobre (BML) ha aumentado desde la Reunión anterior, mientras que el petróleo (promedio WTI-Brent) también ha subido, especialmente tras el reciente incremento de las tensiones bélicas».
El mercado financiero local, por su parte, «ha seguido las tendencias observadas en otras naciones emergentes. El tipo de cambio y las tasas a largo plazo permanecen en niveles similares a los de la Reunión anterior, mientras que el IPSA ha acumulado ganancias. No se han reportado cambios significativos en el crédito».
El Banco informó que «la actividad durante el primer trimestre de 2025 fue más dinámica de lo esperado, impulsada por sectores vinculados a las exportaciones. Los últimos informes del Imacec reflejan una cierta reversión de las restricciones de oferta, mientras que los sectores de servicios continúan activos. La demanda interna sigue en aumento, tal como se proyectó. El consumo, particularmente de bienes, se expandió en el primer trimestre. La formación bruta de capital fijo presentó un bajo desempeño al inicio del año, pero diversos indicios apuntan a un mayor impulso hacia adelante. El mercado laboral muestra una lenta creación de empleo y un aumento en la tasa de desempleo, en un contexto de fuerte crecimiento de salarios».
La inflación total y subyacente han experimentado un descenso en los últimos meses, siendo superior al anticipado en el componente subyacente. En mayo, la variación anual del IPC total y subyacente —sin considerar elementos volátiles— fue de 4,4% y 3,6%, respectivamente, comparado con 4,7% y 3,9% en febrero. Las expectativas de inflación a dos años vista, según la Encuesta de Expectativas Económicas (EEE) y la Encuesta de Operadores Financieros (EOF), se sitúan en 3%.
«En los últimos meses, la inflación se ha comportado de acuerdo con las proyecciones y los riesgos al alza que surgieron a inicios de año se han moderado. La actividad ha superado las expectativas. Sin embargo, los eventos recientes en Medio Oriente introducen una nueva fuente de incertidumbre, cuyas repercusiones podrían crear escenarios más complejos», aseveró el Consejo del Banco.
El Consejo anticipó que «si se materializa el escenario central del IPoM de junio, en los próximos trimestres la TPM se acercará a su rango de valores neutrales. Evaluará los futuros movimientos de la TPM teniendo en cuenta el desarrollo del escenario macroeconómico y sus implicancias para la convergencia inflacionaria. Además, reafirma su compromiso de manejar la política monetaria con flexibilidad, con el objetivo de que la inflación proyectada se estabilice en un 3% en un plazo de dos años».
Con Información de desenfoque.cl