Frederick Forsyth, un prominente autor británico reconocido por sus novelas de espionaje, exreportero, piloto de la Royal Air Force y antiguo agente secreto, falleció a los 86 años el lunes 9 de junio, según anunció su agente literario.
“Lamentamos la pérdida de uno de los más grandes autores de suspense del mundo”, expresó Jonathan Lloyd, de la agencia Curtis Brown, en un comunicado.
UNA OBRA INFLUIDA POR SU EXPERIENCIA PERSONAL
Forsyth, quien se adentró en la escritura por motivos económicos, publicó cerca de veinte novelas que han vendido alrededor de 70 millones de copias en todo el mundo, entre las que destacan El día del chacal (1971) y Los perros de la guerra (2013).
Sus relatos, que giran en torno a espías, mercenarios y personajes oportunistas en conflictos intensos, están cuidadosamente documentados e inspirados en sus propias vivencias.
La decisión de convertirse en escritor llegó en 1969. A los 30 años, Forsyth regresó de cubrir la guerra civil en Biafra (1967-70) para la BBC. Sin embargo, su apoyo a la causa separatista chocó con la línea oficial de la cadena y del Ministerio de Relaciones Exteriores, lo que lo llevó a renunciar y quedar en bancarrota.
Nacido el 25 de agosto de 1938 en Kent, Forsyth aprovechó su experiencia como corresponsal en París —donde fue enviado a principios de los años 60 por la agencia Reuters en busca de un periodista de habla francesa— como fuente de inspiración para su narrativa.
Este exaviador de la RAF, que obtuvo su licencia de piloto a los 19 años, estableció dos principios poco comunes para sus novelas: mantener los nombres reales de los personajes y describir cada hecho con un alto nivel de precisión técnica.
Autores como Tom Clancy, Robert Ludlum y Robert Littell, quienes lo consideraban un pionero del tecnosuspense, adoptaron estas mismas reglas en sus propias obras.
Con Información de www.lanacion.cl