El semisumergible, que transportaba cocaína con destino a España, fue interceptado en la isla de Marajó, en Pará, justo antes de la desembocadura del río Amazonas. La operación incluyó el uso de tecnologías de inteligencia artificial, imágenes satelitales de alta resolución y aeronaves de la Fuerza Aérea de Brasil equipadas con sensores especializados.