Estudio determina que el 70% de los residentes desconoce los procedimientos de evacuación de su edificio.

En un país constantemente amenazado por terremotos, incendios y otras emergencias naturales, un reciente estudio de Kastor, plataforma de gestión de comunidades, ha revelado serias deficiencias en la preparación de edificios y condominios en Chile.

La investigación, basada en encuestas a más de 300 administradores de comunidades residenciales de la Región Metropolitana, indica que el 78,4% de estas comunidades nunca ha realizado un simulacro de evacuación. A esto se suma un dato aún más alarmante: 7 de cada 10 residentes no tienen claro dónde se encuentran las zonas seguras en caso de emergencia.

“Este estudio pone de manifiesto una preocupante desconexión entre la normativa vigente y la realidad que enfrentan miles de edificios en el país,” advierte Rafael Escobar, CEO de Kastor. “Muchos residentes improvisan cuando hay movimientos telúricos, debido a la falta de información clara, protocolos efectivos y ejercicios de prevención”.

Según los hallazgos, únicamente el 31,4% de los edificios tiene señalizadas y comunicadas las zonas seguras, mientras que el 22,9% admite que no están identificadas en absoluto. Además, más del 50% de los reglamentos internos no se ha actualizado en los últimos años, lo que significa que muchas comunidades operan bajo normativas inadecuadas ante un sismo.

En cuanto a los protocolos de emergencia, solo el 55,3% dispone de documentos escritos y actualizados, mientras que el 29% restante no los tiene suficientemente difundidos o directamente no los ha elaborado. También se observa una baja participación en simulacros: el 25,6% de los administradores indica que “muy pocos o nadie participa” en estos ejercicios, y apenas un 17,9% menciona una participación parcial.

Este diagnóstico adquiere mayor relevancia tras el reciente sismo de 7,5 en la región de Magallanes y la alerta del Centro Sismológico Nacional que pronostica un 65% de probabilidad de un terremoto de magnitud 8 o superior en los próximos dos años.

Para Escobar, el desafío no es técnico sino organizacional: “Las comunidades deben dejar de postergar esta tarea. Constituir comités, actualizar reglamentos, realizar simulacros y establecer un protocolo claro puede ser la diferencia entre el caos y una evacuación segura”.

La investigación de Kastor subraya la necesidad urgente de fomentar una cultura de prevención en las comunidades, especialmente considerando el creciente número de personas que residen en edificios: solo en la Región Metropolitana, se estima que más de 1,4 millones de personas viven en condominios o comunidades verticales.

El mensaje es contundente: la preparación puede salvar vidas, y en la actualidad, la mayoría de las comunidades en Chile no está preparada.

Con Información de desenfoque.cl

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