Piero Armijo Massardo, académico de Vinculación con el Medio, Facultad de Medicina, Universidad San Sebastián.
Los resultados recientes de la Encuesta Nacional de Actividad Física y Deporte 2024 ponen de manifiesto una realidad preocupante: solo el 18,5% de niños, niñas y adolescentes (NNA) en el ámbito escolar cumplen con las recomendaciones mínimas de actividad física, lo que implica realizar al menos 60 minutos de ejercicio tres o más días a la semana. Esta cifra evidencia una alarmante falta de actividad que pone en riesgo la salud física y el bienestar mental y social de las futuras generaciones.
En 2022, el Presidente Boric anunció una inversión de cerca de $2.500 millones para infraestructura deportiva en los colegios más vulnerables del país. Sin embargo, tres años después, parece que la problemática no se limita únicamente a la infraestructura, sino que también involucra a la educación.
Es fundamental que las instituciones de educación superior asuman una responsabilidad activa en la promoción de estilos de vida saludables desde la infancia. La formación de profesionales en salud y educación debe incluir estrategias de vinculación con el medio que impulsen la actividad física y el deporte en todas las comunidades escolares.
Asimismo, es crucial fortalecer la colaboración entre los ministerios de Salud, Educación y Deporte, así como con universidades y organizaciones comunitarias, para desarrollar programas sostenibles que fomenten la práctica regular de actividad física en los entornos escolares y comunitarios.
Más allá de la inversión económica que esto conlleva, debe concebirse como una inversión en el futuro de nuestro país. Solo a través de un compromiso conjunto podremos revertir esta preocupante tendencia y asegurar una niñez y adolescencia más saludable.
Piero Armijo Massardo, académico de Vinculación con el Medio, Facultad de Medicina, Universidad San Sebastián.
Con Información de www.lanacion.cl