La Sala de la Cámara de Diputados aprobó y envió a segundo trámite el proyecto de ley para reajustar el salario mínimo. Esta propuesta también incluye incrementos en las asignaciones familiar y maternal, así como en el subsidio único familiar, entre otros aspectos.
El proyecto establece un aumento del salario mínimo en dos fases. A partir del 1 de mayo de 2025, este ascenderá a 529 mil pesos para trabajadores de entre 18 y 65 años. Luego, desde el 1 de enero de 2026, se alcanzará los 539 mil pesos.
Para los trabajadores menores de 18 años y mayores de 65, la primera fase significará un aumento a 394.622 pesos en 2025 y a 402.682 pesos en enero de 2026.
La aprobación de esta medida es el resultado de un acuerdo previo entre el Ejecutivo y la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), un punto destacado durante las deliberaciones en la Sala.
Desde la oposición, se ha criticado el incremento de los costos laborales que podría afectar a las pequeñas empresas, advirtiendo sobre el posible aumento en la informalidad. También se señaló que el crecimiento salarial debería basarse en la productividad y la inflación, elementos que, según ellos, el Gobierno no estaría gestionando adecuadamente.
Por lo tanto, hicieron hincapié en la necesidad de mejorar el subsidio temporal para las pymes, que forma parte de la iniciativa. Además, instaron a dirigir esfuerzos hacia medidas que fomenten la contratación en este sector económico.
Esta opinión fue respaldada por sectores que, a pesar de apoyar la iniciativa, también hicieron hincapié en la necesidad de aumentar los apoyos económicos para pequeñas y medianas empresas, pues son estas las que usualmente ofrecen los salarios más bajos.
Por otro lado, quienes respaldaron la propuesta del Ejecutivo valoraron el crecimiento progresivo del salario mínimo desde el inicio del Gobierno, y rechazaron la idea de que estas medidas generen desempleo. Subrayaron que la norma también representa un mayor aporte a las pensiones en el largo plazo.
Asimismo, aclararon que el aumento del salario mínimo no es excesivo, sino necesario de regular, tal como se ha hecho previamente con otras normativas laborales en beneficio de los trabajadores. Añadieron que el incremento es un reconocimiento al trabajo, el cual debería definirse técnica y objetivamente, no en función del clima político.
Antes de la votación, la ministra de Hacienda (s), Heidi Berner, enfatizó la fórmula utilizada para calcular el incremento del salario mínimo. En este contexto, destacó que parte del ajuste se basa en la inflación pasada y parte en la proyección a abril de 2026.
El ministro del Trabajo, Giorgio Boccardo, por su parte, subrayó que el proyecto permitirá que, para abril del próximo año, los trabajadores no pierdan poder adquisitivo y puedan mantener el poder de compra equivalente a 500 mil pesos.
También valoró que el Gobierno cumpla con el marco normativo establecido, ya que detrás de este proyecto hay una política que, a través del fortalecimiento del diálogo social, avanza en materia salarial.
Es importante recordar que el proyecto contempla la inyección de recursos al Fondo de Estabilización de Precios del Petróleo (FEPP), con el objetivo de que el precio del kerosene no supere los $1.050.
Además, la iniciativa otorga un carácter más permanente al Observatorio sobre Ingreso y Condiciones de Vida de los Trabajadores, lo que permitirá contar con un referente más sólido y constante para evaluar la suficiencia del salario mínimo.
En cuanto a las mipymes, se proponen subsidios para personas jurídicas sin fines de lucro, comunidades, y personas tanto naturales como jurídicas, siempre que se trate de micro, pequeñas y medianas empresas. Esto aplicará si el aumento del salario mínimo, a partir de enero de 2026, supera la inflación real de 2025.
Finalmente, entre otros puntos, se añade un nuevo criterio para la asignación de recursos destinados a proyectos de formación sindical y diálogo social, con el fin de fortalecer la promoción de los derechos de los trabajadores.
Con Información de www.lanacion.cl