El conocido animador chileno Daniel Fuenzalida dejó a todos sorprendidos al hacer una íntima revelación sobre las razones que lo han llevado a rechazar en diversas ocasiones la invitación a participar en el popular programa de CHV, La Divina Comida.
Aunque muchos se preguntan por qué “Huevo” no ha sido parte del show culinario que reúne a destacados rostros de la televisión, esta semana, en su programa El Medio Día, el presentador confesó que hay una razón profunda y personal detrás de su decisión.
La raíz de su rechazo: un trauma infantil
Fuenzalida compartió que desde su infancia ha lidiado con una complicada relación con la comida, lo que le ha generado un fuerte rechazo que todavía le afecta en su vida adulta. “Tengo un problema con la comida, un trauma. Lo pasé mal de pequeño”, expresó, abriendo una conversación que pocos se atreven a hablar abiertamente en televisión.
Relató una experiencia que lo marcó: al ir a casa de una tía, si no comía, ella dejaba el plato frente a él durante horas sin permitir que se levantara de la mesa. Con el tiempo, esta situación se transformó en una fobia social relacionada con la alimentación, que incluso lo ha llevado a evitar reuniones importantes.
“Me han invitado siete veces a La Divina Comida y siempre he dicho que no”
A pesar de ser considerado en varias ocasiones para unirse al programa de Chilevisión, Daniel ha sido firme en su postura. “Me han invitado siete veces y siempre digo que no. No me gusta ir, no me siento cómodo”, afirmó. El animador también admitió que evita aceptar almuerzos o cenas con ejecutivos o personas cercanas, por el temor a parecer “maleducado” si no consume lo que le ofrecen.
Además, confesó que su selectividad alimentaria es elevada: “No como mantequilla, me produce rechazo. Y las pantrucas no me gustan”.
¡Síguenos en X (Twitter)! para estar al tanto de las últimas novedades del mundo del espectáculo.
Un llamado a la empatía y la salud mental
Más allá de la anécdota, sus comentarios invitan a reflexionar sobre cómo los traumas de la infancia pueden repercutir en la vida adulta y cómo la presión social puede llevar a personalidades públicas a ocultar sus verdaderas emociones.
Daniel también aclaró que aún no ha abordado completamente esta situación: “Esa parte no la he tratado con un terapeuta”, comentó, dejando entrever que es una herida que todavía sigue abierta.
Te puede interesar: Sergio Rojas se desahogó tras el desaire de Daniel Fuenzalida: “Que la gente vea la verdadera cara”
Con Información de www.limalimon.cl