La banda precursora del metal en Europa cautivó al público con un espectáculo que se puede calificar como una auténtica clase magistral de metal sinfónico.
Por Beto Arán
La intensidad del power metal se sintió de manera palpable cuando los finlandeses Stratovarius regresaron con un show repleto de energía, virtuosismo y una conexión genuina con su fiel público chileno.
Con la puntualidad que caracteriza a la región nórdica, y ante un Teatro Coliseo colmado, la banda, liderada por el carismático Timo Kotipelto y el legendario tecladista Jens Johansson, inició la velada con la poderosa “Survive”, el tema homónimo de su más reciente álbum. Desde ese primer acorde, quedó claro que la noche sería inolvidable.
El setlist, cuidadosamente diseñado, abarcó todas las épocas de su carrera, destacando especialmente momentos emotivos con clásicos como “Eagleheart”, “Hunting High and Low”, “Paradise” y la monumental “Black Diamond”, que provocaron una ovación ensordecedora en el Coliseo. La voz de Kotipelto se mantuvo intacta a pesar del paso de los años, elevando cada verso a una dimensión épica, mientras la banda, completamente sincronizada, ofrecía un show técnico impecable.
El público, compuesto tanto por seguidores de largo tiempo como por nuevas generaciones de metaleros, respondió con entusiasmo a cada gesto del escenario. Entre las canciones, el vocalista aprovechó para expresar su gratitud por el cariño del público chileno, recordando que “Santiago siempre ha sido uno de los lugares más especiales para nosotros”.
Uno de los momentos más emotivos de la noche fue la interpretación de “Forever”, cuando la atmósfera cambió y el teatro se iluminó con las linternas de los celulares, creando un mar de luces que acompañó la conmovedora balada. Fue un instante de pura conexión entre la banda y su audiencia.
Con casi dos horas de show, el grupo cerró su actuación con un bis lleno de adrenalina que incluyó “Unbreakable” y, por supuesto, el himno “Hunting High and Low”, causando una locura colectiva que dejó al público pidiendo más.
Stratovarius demostró que, a pesar del paso del tiempo y los cambios en la industria, el metal melódico sigue ocupando un lugar especial en el corazón de los chilenos. Su regreso a los escenarios locales no solo reafirmó su estatus de leyenda, sino que también dejó claro que la pasión por su música arde más fuerte que nunca.
Con Información de chilelindo.org