Felipe Camiroaga: su familia comparte emotivos recuerdos.

Más de diez años después del trágico accidente que conmocionó a Chile, el legado de Felipe Camiroaga permanece tan vivo como su recuerdo en la cultura televisiva del país. Esta semana, una emotiva edición del programa Plan Perfecto volvió a unir a miles de chilenos con la historia del eterno “Halcón”.

En el episodio, Diana Bolocco visitó el lugar que durante años fue el refugio más personal del animador: una parcela en Chicureo que ahora se ha transformado en un espacio con un significativo propósito. Allí opera un centro terapéutico sin fines de lucro que brinda apoyo a niños y niñas con Trastorno del Espectro Autista (TEA) mediante la equinoterapia, manteniendo viva la vocación social que siempre caracterizó a Felipe.

Durante su recorrido, Jorge Camiroaga, padre del animador, y su hermana Soledad, fueron los guías en este emotivo viaje por la vida de Felipe. Uno de los momentos más conmovedores fue la visita al área donde solía estar la caballería del animador. “Las caballerizas las construyó mi hermano, creo que en el año 2009. Tenía caballos de polo y chilenos”, recordó Soledad.

En ese lugar también se encuentra Barquillo, el caballo que jugó un papel simbólico en la despedida del conductor. “Este caballo nos acompañó al cementerio”, recordó Jorge con emoción. Soledad añadió: “Vinieron muchos huasos, con sus caballos bien presentados, y llevaron a Barquillo, también vestido de polo. Fue un momento muy bonito.”

La emoción continuó al entrar en el despacho personal de Felipe, un ambiente cuidadosamente preservado por su familia, que permite vislumbrar su mundo privado. Entre recuerdos y objetos relacionados con los caballos, también hay regalos y mensajes de admiradores que quedaron tras la tragedia que paralizó a Chile.

Estos gorros los rescaté de TVN tras el accidente. Había muchas cosas hermosas que la gente dejó. También guardé varios rosarios”, compartió Soledad, reflejando el profundo cariño que el público todavía siente por su hermano.

Durante el recorrido, también apareció un ser muy especial: Alberta, el halcón que acompañó a Felipe durante años y que aún vive bajo el cuidado de la familia. “Ella era el halcón que vivía con él, incluso se duchaba junto a él, me contó Soledad”, compartió Diana Bolocco.

Con la voz entrecortada, Jorge expresó el impacto que continúan teniendo las muestras de afecto del público: “Me han hecho llorar”, afirmó, señalando que, a pesar del tiempo, el lazo entre el pueblo chileno y Felipe sigue siendo tan fuerte como siempre.

Con Información de www.limalimon.cl

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