Carmen Tuitera se encuentra atravesando una difícil situación tras haber presentado una denuncia judicial contra el futbolista Guillermo Maripán. Según ha compartido a través de sus redes sociales, desde que interpuso la querella por la supuesta divulgación de un video íntimo sin su consentimiento, ha sido víctima de múltiples ataques que han impactado tanto su vida personal como profesional.
La querella fue recientemente admitida por el Cuarto Juzgado de Garantía de Santiago, lo que permitió que se inicie una investigación formal sobre los hechos. En su presentación legal, el abogado de Tuitera acusa al seleccionado nacional de haber infringido su privacidad, difundido información personal sin autorización y compartido imágenes de contenido sexual.
Sin embargo, lo que inicialmente parecía un avance hacia la justicia se ha convertido, según la influencer, en el comienzo de otro capítulo de violencia. A través de sus plataformas digitales, confesó que comenzó a recibir mensajes de intimidación de una mujer que, según ella, estaría relacionada con el círculo cercano de Maripán.
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«Desde que inicié acciones legales contra el futbolista Guillermo Maripán por la difusión de un video íntimo, la misma cuenta que me alertó sobre el video ha comenzado a hostigarme de manera constante», expresó, refiriéndose a la cuenta de Instagram @malditafarandula_cl.
Las amenazas no se han limitado únicamente a las redes sociales. Según su relato, la supuesta agresora ha intentado interferir en su entorno laboral y familiar, enviando mensajes a personas cercanas e incluso amenazándola con divulgar información privada. «Amenaza con publicar mis deudas y con conversaciones que solo Guillermo Maripán y yo tenemos«, denunció.
La sensación de impunidad persiste en Carmen Tuitera
Más allá del conflicto judicial, Carmen Tuitera levantó la voz sobre el abandono institucional que, asegura, muchas mujeres enfrentan al hacer públicas este tipo de agresiones. «Se nos insta a denunciar, pero ¿quién nos protege del hostigamiento posterior?», manifestó, añadiendo que «más allá de lo legal, me queda esto. Para proteger y visibilizar lo que estoy viviendo después de que un hombre creyera que podía violar mi intimidad».
A pesar de tener una querella penal activa, la escritora indicó que el hostigamiento continúa, y advirtió sobre la gravedad de que estas situaciones queden sin sanción. «¿Qué más tiene que ocurrir? Hay una querella penal abierta y ellos siguen. Y digo ‘ellos’, porque ella me amenaza con información directa que solo él posee. Considero alarmante este nivel de impunidad», concluyó.
Con Información de www.limalimon.cl