Progreso en el desarrollo de vacunas chilenas contra el cáncer: respuesta inmunológica observada en pacientes.

 

La empresa chilena de biotecnología Oncobiomed continúa avanzando en las investigaciones clínicas de dos innovadoras vacunas contra el cáncer: TAPCells y Lycellvax. Estas vacunas, desarrolladas en el país, ya han mostrado respuestas inmunológicas positivas en pacientes con patologías en etapas avanzadas.

“Aproximadamente el 60% de los pacientes presenta una respuesta inmunológica favorable”, indicó Cristian Pereda, CEO de Oncobiomed. Resaltó que estas terapias están enfocadas en activar el sistema inmunológico para atacar células tumorales específicas. TAPCells, la tecnología más avanzada de la compañía, utiliza células del propio paciente para crear una inmunoterapia personalizada que ya ha sido probada en casos de melanoma y carcinoma prostático.

El procedimiento inicia con una leucoféresis, en la que se extraen glóbulos blancos del paciente. Posteriormente, en el laboratorio, las células son «entrenadas» mediante la incorporación de lisados tumorales antes de ser reinyectadas. Este tratamiento incluye cuatro dosis a lo largo de dos meses y ha demostrado beneficios en pacientes con cáncer en etapas 3 y 4, que generalmente tienen pocas opciones terapéuticas disponibles.

En cuanto a Lycellvax, esta vacuna no personalizada y elaborada en laboratorio se encuentra actualmente en la fase 1 de ensayos clínicos, cuyo objetivo principal es evaluar la seguridad del tratamiento y su capacidad para inducir una respuesta inmunológica. Los primeros resultados han sido mixtos, pero incluyen casos de estabilización e incluso regresión de tumores.

Ambas vacunas han presentado efectos adversos menores, como fiebre leve y molestia en el lugar de inyección, sin registrar complicaciones significativas.

Oncobiomed espera que los estudios clínicos concluyan en un plazo de tres a cinco años, con el objetivo de proporcionar una alternativa terapéutica más accesible en comparación con las inmunoterapias actualmente disponibles en el mercado internacional. No obstante, el proceso de comercialización aún requiere la aprobación de organismos como el Instituto de Salud Pública (ISP) en Chile y la FDA en Estados Unidos.

La compañía, que inició como un proyecto de investigación en la Universidad de Chile en 2002, ha enfrentado diversos retos regulatorios y de financiamiento debido a la limitada legislación nacional en el ámbito de la biotecnología. A pesar de estos obstáculos, ya está formando alianzas internacionales para introducir sus vacunas en mercados como el de Brasil.

“Estamos estableciendo un precedente en Chile y mostrando el potencial científico del país. La solidez de nuestra investigación es fundamental para generar confianza y atraer inversiones que nos permitan seguir avanzando”, concluyó Pereda.

Con Información de hoysantiago.cl

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