La proliferación masiva de malls chinos en Chile ha generado preocupación entre el comercio establecido y diversas autoridades. Aunque algunos empresarios actúan dentro de un marco legal, hay indicios de prácticas informales y competencia desleal, como el incumplimiento de normativas laborales, tributarias y de importación.
Este fenómeno no solo impacta al comercio formal, que debe cumplir con regulaciones estrictas, sino que también afecta a los consumidores, quienes a menudo ignoran el origen y la calidad de los productos que compran. La falta de una supervisión efectiva permite que estos establecimientos se expandan sin control, amenazando la equidad en el sector.
Ante esta realidad, compartimos la preocupación de varias entidades que han solicitado mayor fiscalización y transparencia en la operación de dichos locales. Por ello, proponemos que el Servicio de Impuestos Internos (SII), la Dirección del Trabajo y el Servicio Nacional de Aduanas refuercen la supervisión en tres áreas clave: garantizar el pago de impuestos conforme a la normativa vigente, vigilar el cumplimiento de las normativas laborales para proteger los derechos de los trabajadores, y exigir la trazabilidad de los productos importados para verificar su origen, legalidad y calidad.
Es esencial que el sector público y privado colaboren para fortalecer la fiscalización y asegurar condiciones justas para todos. No se trata de estigmatizar, sino de hacer cumplir la ley y garantizar un entorno equitativo para el comercio en Chile.
Con Información de www.elperiodista.cl