Indicadores de problemas de comunicación y habla en niños.

Desde los primeros meses de vida, los niños y niñas comienzan a desarrollar patrones que les permiten relacionarse y comunicarse con su entorno. Si se observan ciertas deficiencias o retrasos en este aspecto, es fundamental consultar a un especialista, siendo un fonoaudiólogo una de las mejores opciones.

El desarrollo temprano en los menores implica alcanzar una serie de hitos y enfrentar desafíos que facilitarán otras habilidades a medida que crecen. Las adquisiciones relacionadas con el habla, el lenguaje y la comunicación son diversas, y es clave estar atento a estos procesos, ya que en los niños todo ocurre rápidamente. Claudia Figueroa, docente de la Escuela de Fonoaudiología y magíster en desarrollo cognitivo de la Universidad Andrés Bello, destaca que “es importante considerar ciertas señales tempranas, como el contacto visual durante la interacción, que se presenta alrededor de los 3 meses y se va complejizando con la atención a diferentes personas y objetos, lo cual es un hito importante a observar”.

Factores adicionales a considerar

Entre otros aspectos a tener en cuenta, la académica señala que “la sonrisa social, es decir, la capacidad de sonreír a los demás, también aparece en el primer trimestre de vida, por lo que es esencial prestar atención a esta habilidad”. Además, las primeras palabras, ya sea a través de sonidos o balbuceos, deberían ser evidentes para el primer año. “Es crucial que su forma de hablar sea variada, ya que el uso de una sola palabra para designar todo al año de vida puede ser una señal de alerta”, agrega, resaltando que “la capacidad para formar oraciones empieza a desarrollarse a los 2 años”.

Cuando los niños logran comunicarse de manera más efectiva, deberían “interactuar, comunicarse, estar atentos y usar el lenguaje con otros”, enfatiza Figueroa. Estas características, que emergen desde los primeros meses de vida, deben ser evidentes en el primer año; si no lo son, es recomendable consultar con especialistas. El vocabulario y la claridad en la pronunciación suelen mejorar a los 2 años, pero no es hasta los 5 que se espera que un niño o niña haya adquirido todos los sonidos. “Si los padres tienen dificultades para comprender lo que su hijo dice o notan que utiliza pocas letras, deben buscar ayuda inmediatamente, ya que retrasar esta consulta puede afectar su aprendizaje escolar”, aconseja la docente.

Respecto a las consultas necesarias, “independientemente de la situación, si se observa la falta de desarrollo en uno o más de estos aspectos, es esencial acudir a un fonoaudiólogo para obtener una intervención oportuna que aborde las dificultades y evite un impacto social y escolar significativo en los menores”, concluye la académica.

Con Información de hoysantiago.cl

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