El envío de bombarderos estratégicos B-2 Spirit y B-52H de la Fuerza Aérea de Estados Unidos en la Instalación de Apoyo Naval de Diego García representa una nueva exhibición de poder por parte de Washington, que podría ser un preparativo para una escalada contra los grupos irregulares en Yemen, especialmente considerando los ataques dirigidos desde la semana pasada por los activos que la US Navy tiene desplegados en el Mar Rojo.