Especialista analiza la serie de sismos registrados en el norte del país.

En marzo, se ha registrado una serie continua de temblores en el norte del país que no ha cesado hasta ahora. Durante la primera semana, se contabilizaron más de 10 sismos sobre 3 y 4 grados en un solo día en las localidades de Calama, Socaire y Mejillones. Además, en las últimas madrugadas, se han producido movimientos de similar intensidad en Tocopilla, Collahuasi, Pica y Sierra Gorda.

Marco Cisternas, académico del Instituto de Geografía PUCV e investigador del Laboratorio Geotsunami, afirmó que estos enjambres sísmicos son completamente normales en el país, pero representan «un recordatorio importante para la sociedad de que estamos asentados sobre una mega falla que se mueve constantemente, por lo que debemos estar preparados».

Según Cisternas, «Chile se encuentra sobre una enorme falla donde colisionan dos placas tectónicas, específicamente, la de Nazca, que choca y se hunde bajo la Sudamericana. La fuerza que impulsa este movimiento proviene del calor interno de la Tierra, lo que genera fuerzas gigantes y, como resultado, experimentamos continuamente los efectos de este choque, manifestándose en pequeños temblores frecuentes y en grandes terremotos menos comunes».

Los sismos en el norte corresponden a temblores comunes que, al aumentar ligeramente de magnitud, comienzan a sentirse, tal como ha ocurrido últimamente.

«Estos sismos son conocidos como “intraplaca” porque se originan dentro de la placa tectónica tras un quiebre interno. Los movimientos actuales en el norte son consecuencia de la ruptura de la placa de Nazca a medida que se hunde bajo la Sudamericana; por esta razón, son más profundos, ocurriendo a más de 60-70 kilómetros, mientras que los temblores en el límite de ambas placas se presentan a una profundidad de entre 30 y 50 kilómetros», explicó el profesor de la PUCV.

Cisternas subrayó que en Chile «siempre existe la posibilidad de un gran terremoto, incluso sin que se produzcan enjambres de temblores previos», aunque manifestó que aún no es posible determinar cuándo ocurrirá un movimiento telúrico de gran magnitud.

«En la zona de Atacama, el último gran terremoto y tsunami ocurrió en 1922, por lo que los científicos estamos preocupados, ya que han pasado más de 100 años sin un evento similar. Sin embargo, es muy complicado predecir si una repetición de este fenómeno se producirá en los próximos años o décadas», concluyó Cisternas.

Con Información de www.elperiodista.cl

Publicidad

Comparte:

Popular

Relacionado
Relacionado