Un especialista analiza los desafíos que enfrentará el Presidente Boric en un año clave, 2025.

El 11 de marzo, el Gobierno de Gabriel Boric conmemora tres años en el poder, en un contexto complicado marcado por las recientes renuncias de la ministra de Defensa, Maya Fernández, y del jefe de asesores del Segundo Piso de La Moneda, Miguel Crispi. En este ambiente, la vocera (s) Aisén Etcheverry salió a defender los logros de la administración.

“El Gobierno está muy activo, no está cojo y estamos muy motivados”, afirmó la ministra en una entrevista con CNN, resaltando los progresos en áreas que antes parecían inalcanzables y que habían sido discutidas por años en el Congreso.

Marcelo Mella, académico del Departamento de Estudios Políticos de la Universidad de Santiago, destacó que uno de los hitos más significativos del gobierno es la reducción de la jornada laboral a 40 horas, “una de las promesas emblemáticas de la campaña del Presidente Boric”.

El analista también resaltó el incremento del salario mínimo a 500 mil pesos, la reciente aprobación de la reforma a las pensiones en enero, la ley de copago cero en salud pública, el royalty minero y la Ley Karin como logros importantes.

Otro aspecto a considerar es la evolución del Presidente Boric y su propuesta de gobierno a lo largo del tiempo. Lo que comenzó como una agenda «transformadora» ha ido cambiando hacia un enfoque de consensos y acuerdos políticos.

“La derrota en el plebiscito de 2022, con el rechazo mayoritario a la nueva Constitución el 4 de septiembre, fue un duro revés para su programa transformador, empujando al gobierno a moderar parte de su agenda y a buscar alianzas con sectores del centro político, la antigua concertación y la oposición”, mencionó en Diario Usach.

Según Mella, los acuerdos logrados por La Moneda son evidentes en la modificación del discurso inicial sobre la eliminación de las AFP; el proyecto aprobado incluye ahora un componente de capitalización significativo. Lo mismo sucede con la propuesta de condonación del CAE, que iba a ser universal y se ha convertido en una iniciativa más enfocada. “Esto demuestra una moderación y un mayor realismo político por parte del gobierno”, afirmó.

Para los analistas políticos, el último año de un mandato suele ser el más complicado. Las coaliciones intentan reconfigurarse con nuevos liderazgos, y la agenda gubernamental tiende a disminuir su intensidad, fenómeno conocido como el “pato cojo” en La Moneda.

El término “pato cojo” alude a la perdida de poder de los presidentes en su último año de gobierno, situación que se intensifica en Chile debido a que la Constitución limita el mandato presidencial a cuatro años sin posibilidad de reelección.

Los especialistas consideran que el gran reto para Boric en este último tramo de su gestión es implementar efectivamente los logros y convertirse en un líder de coalición de cara a las futuras elecciones presidenciales y parlamentarias.

“El gobierno debe concentrarse en llevar a cabo ciertos hitos ya aprobados, como la reforma de pensiones y el Ministerio de Seguridad, y avanzar en iniciativas viables como la Finalización del CAE o el Sistema Nacional de Cuidado, priorizando claramente estas políticas. No es el momento de tener una agenda muy amplia, ya que en los meses que quedan resulta esencial priorizar los proyectos”, concluyó Mella.



Con Información de www.lanacion.cl

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