Suecia se unió a la OTAN en 2024, poniendo fin a 200 años de neutralidad. Esta decisión fue impulsada por la invasión rusa de Ucrania en 2022. Gracias a su extensa línea costera en el Báltico, su cercanía al Ártico y su geografía, se ha convertido en un importante contribuyente a la seguridad euroatlántica.