Para guiar a los apoderados en el comienzo del año escolar, el Ministro de Educación, Nicolás Cataldo, junto a la superintendencia (s) de Educación, Marggie Muñoz, compartieron unas recomendaciones sobre la adquisición y demanda de útiles, textos y uniformes escolares.
Las autoridades educativas recordaron que los centros educativos tienen la responsabilidad de proteger el derecho a la educación de niños, niñas y jóvenes, asegurando que ningún alumno se quede sin clase por falta de alguno de estos materiales.
El Ministro Cataldo subrayó que “lo más importante es que ningún alumno se vea limitado en el desarrollo de sus actividades académicas por no disponer de los recursos necesarios”.
“Es por eso que el Ministerio, a través de la Junaeb, proporciona útiles escolares y, mediante la Unidad de Currículum y Evaluación del Ministerio de Educación, los textos escolares. Estas son herramientas que ofrecemos para facilitar el proceso educativo, y en este año se ha hecho un esfuerzo considerable, con una inversión cercana a los 25 mil millones de pesos para que nuestros estudiantes cuenten con lo necesario para un exitoso año escolar 2025”, detalló Cataldo.
El ministro enfatizó que en las instituciones educativas “no se pueden solicitar marcas específicas para los útiles escolares. Se pueden hacer recomendaciones fundamentadas únicamente por razones pedagógicas o de salud. Solo bajo estas circunstancias se puede sugerir la compra de ciertos útiles”.
“En lo que respecta a los útiles de aseo, no se pueden exigir en los establecimientos que reciben subvención estatal, ya sean públicos o particulares subvencionados. Es fundamental aclarar que ni artículos de aseo ni de oficina pueden ser solicitados”, aseguró el secretario de Estado.
En cuanto a los textos escolares, Nicolás Cataldo añadió que las instituciones que reciben subvención estatal, al disponer de los textos proporcionados por el Ministerio de Educación, “no pueden obligar a los padres a adquirir un texto específico”.
“Si los establecimientos que reciben financiamiento estatal optan por usar un texto escolar diferente al del Ministerio de Educación, la normativa de inclusión permite que estos locales puedan adquirir esos textos y ofrecerlos a las familias”, puntualizó la autoridad educativa.
Respecto a los uniformes escolares, la normativa establece que los apoderados no pueden ser obligados, presionados o inducidos a comprarlos a un proveedor específico designado por el establecimiento.
Es importante mencionar que los establecimientos pueden sugerir y recurrir a proveedores exclusivos para la confección de uniformes solo si esta elección se hace mediante un proceso competitivo, transparente e informado. No obstante, siempre prevalecerá el derecho de los padres a adquirir el uniforme a través de un proveedor diferente.
Disminución de denuncias
La superintendenta (s) de Educación, Marggie Muñoz, informó que han observado desde la institución que “cada año, la cantidad de denuncias relacionadas con textos, útiles y uniformes escolares ha disminuido, lo que indica que tanto las instituciones como las comunidades educativas están cada vez más al tanto y respetan la normativa educativa”.
Actualmente, las denuncias recibidas por la Superintendencia sobre estos temas representan solo un 0,3% del total de 19,198 en 2024. Este tipo de denuncias ha disminuido en un 47% desde 2015 hasta 2024.
“Hace algunos años, era común que si un niño o adolescente no tenía un texto, un útil o no usaba el uniforme requerido, se le enviara a casa. Hoy en día, eso ya no está ocurriendo, no solo para proteger la integridad del niño, niña o adolescente, sino porque la sociedad ha entendido que el derecho a la educación es primordial y debe ser defendido siempre, y que todos somos responsables de ello”, afirmó la superintendenta (s) de Educación.
Marggie Muñoz instó a los padres o apoderados que detecten incumplimientos de la normativa educativa a acercarse a las instituciones educativas para resolver la situación. Si persiste el desacuerdo, pueden solicitar mediación ante la Superintendencia, pedir orientación a través del número 600 3600 390, o presentar una denuncia en sus oficinas regionales o a través del sitio web www.supereduc.cl.
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