Este martes, el expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro, a través de sus abogados, expresó su “indignación” ante las acusaciones de la Fiscalía que lo señalan como líder de un intento de golpe de Estado, calificando esta denuncia de “inepta”, “incoherente” y “fantasiosa”.
Su abogado, Paulo Cunha Bueno, comunicó en las redes sociales del exmandatario que Bolsonaro “jamás ha respaldado ningún movimiento que intente desmantelar el Estado democrático de derecho o las instituciones que lo sustentan”.
La Fiscalía General de Brasil, Paulo Gonet, presentó este martes una denuncia contra Bolsonaro y 33 coacusados, entre ellos altos mandos militares y exministros de su administración, por supuestamente haber tramado un golpe de Estado tras su derrota electoral en 2022 ante el actual presidente, Luiz Inácio Lula da Silva.
La defensa del exjefe de Estado (2019-2022) manifestó haber recibido la querella del Ministerio Público Federal con “asombro” e “indignación”, refiriéndose a un “alegado” golpe de Estado.
Se enfatizó que, a pesar de que la Policía llevó a cabo una investigación durante casi dos años, “no se halló ningún elemento que conectara mínimamente” a Bolsonaro con la narrativa presentada en la denuncia.
El abogado del líder de la extrema derecha subrayó: “No existe ningún mensaje del (entonces) presidente de la República que sustente la acusación, a pesar de que sus teléfonos personales han sido exhaustivamente analizados”.
Adicionalmente, apuntó: “La inepta denuncia atribuye su participación en planes que se contradicen entre sí, basándose en un único acuerdo judicial de culpabilidad modificado varias veces por un delator que pone en duda su propia voluntariedad”, en referencia al testimonio del exedecán de Bolsonaro, teniente-coronel Mauro Cid.
Por lo tanto, argumentó que se ha creado una “narrativa fantasiosa” en torno a Bolsonaro, quien confía en que la justicia desestime la denuncia por su “precariedad, incoherencia y falta de hechos verificables”.
Según la Fiscalía General, Bolsonaro es acusado de “liderar” una conspiración golpista, enfrentando cargos como “intento de abolición violenta del Estado Democrático de Derecho”, “organización armada para delinquir” y “golpe de Estado”.
Además, se le acusa de supuestamente haber “aceptado” un plan de militares afines que consideraron asesinar a Lula a través de envenenamiento.
Ahora corresponde al Supremo Tribunal decidir si acepta la querella y si procederá a juzgar al exjefe de Estado (2019-2022) y a los demás acusados.
Con Información de www.lanacion.cl