La odontología ha sufrido una transformación notable en las últimas décadas, impulsada por avances tecnológicos que han optimizado los tratamientos y elevado la calidad de atención que reciben los pacientes.
Las impresoras 3D han hecho su entrada en múltiples sectores, incluyendo la odontología. Esta tecnología permite la fabricación de objetos tridimensionales a partir de modelos digitales, agilizando la creación de coronas, puentes, prótesis dentales, guías quirúrgicas, alineadores de ortodoncia y modelos dentales con mayor rapidez y precisión. El empleo de materiales avanzados, como resinas biocompatibles, ha mejorado la calidad de las piezas dentales, proporcionando una estética más natural y mayor durabilidad tras intervenciones breves, beneficiando así tanto la experiencia del paciente como los resultados finales.
Otro avance importante es la llegada del escáner intraoral, que ha sustituido las impresiones tradicionales por una alternativa digital que no solo incrementa la precisión, sino que brinda un mayor confort al paciente. Estos dispositivos portátiles permiten capturar imágenes detalladas en 3D de dientes y encías, eliminando la incomodidad asociada con los materiales de impresión convencionales.
Este proceso se realiza de forma más rápida, menos invasiva y con mayor confort; además, las imágenes obtenidas pueden ser utilizadas de inmediato para diseñar prótesis, alineadores o para planificar cirugías.
La fresadora dental, que utiliza bloques de cerámica, ha permitido la fabricación de coronas directamente en la consulta, eliminando la necesidad de enviar las impresiones a un laboratorio externo. Esta innovación facilita la creación en tiempo real de restauraciones dentales de alta calidad, ahorrando tiempo tanto a los profesionales como a los pacientes.
Finalmente, la inteligencia artificial (IA) se está convirtiendo en una herramienta esencial para mejorar los diagnósticos en odontología. Su capacidad para analizar grandes volúmenes de datos y detectar patrones que pueden pasarse por alto en un análisis humano está incrementando la precisión en la identificación de enfermedades bucales, como caries, problemas periodontales y trastornos de la articulación temporomandibular.
Una de las aplicaciones más prometedoras de la IA es su uso en la interpretación de imágenes radiográficas. Las radiografías dentales pueden ser analizadas de manera más rápida y precisa, lo que permite que los odontólogos detecten problemas en fases iniciales, cuando son más simples de tratar. Además, la IA puede utilizarse para realizar un seguimiento de las condiciones bucales a lo largo del tiempo, facilitando así la personalización de los tratamientos.
La inteligencia artificial también está siendo integrada en sistemas de planificación de tratamientos, lo que ayuda a los odontólogos a simular procedimientos antes de llevarlos a cabo, incrementando así la eficacia y seguridad de las intervenciones.
La integración de tecnología está guiando a la odontología hacia una nueva era de precisión, confort y eficiencia. Los pacientes se benefician de tratamientos más ágiles y eficaces, junto con una mejor accesibilidad, resultados a largo plazo más satisfactorios y una experiencia dental mucho más positiva.
Con Información de hoysantiago.cl