En pocos días, recordaremos un nuevo aniversario del terremoto del 27 de febrero y nos enfrentamos a una nueva emergencia grave: los incendios forestales.
Pero, ¿realmente hemos aprendido las lecciones que nos han dejado estas tragedias? Como ciudadanos, individuos y familias, hemos asimilado algunos conocimientos. Por ejemplo, ya sabemos que durante una emergencia es mejor no hacer llamadas telefónicas, ya que las líneas pueden colapsar; por eso, muchos hemos optado por enviar mensajes de texto para comunicarnos con nuestros seres queridos en esos momentos críticos. Además, somos conscientes de que vivimos en un país sísmico y que los terremotos son parte de nuestra vida: se estima que cada persona en Chile experimentará al menos tres terremotos a lo largo de su vida, lo que significa que debemos estar preparados.
Sin embargo, parece que hemos perdido un poco de la determinación necesaria. La mayoría de nosotros no tiene un plan familiar para enfrentar situaciones que puedan ocurrir durante el horario laboral o escolar. También hemos descuidado la famosa mochila de emergencia y no hemos verificado si las linternas o radios tienen pilas cargadas. A pesar de las condiciones climáticas extremas, es evidente que las campañas de prevención han sido escasas. Este año, las campañas comunicacionales en los meses previos han sido menos intensas que en años anteriores.
Es cierto que la lucha contra los incendios forestales ha mejorado en comparación con hace algunos años; la estrategia de respuesta rápida ha demostrado ser efectiva. Nuestros bomberos y la Conaf están mucho mejor equipados desde 2017, y el Estado ha mejorado su comunicación en situaciones de emergencia. Sin embargo, ¿es esto suficiente?
Es probable que en Chile tengamos que enfrentar nuevamente incendios o un terremoto. Lo verdaderamente importante es recordar las lecciones que cada evento nos deja y no caer en la complacencia a medida que pasan los años.
Luis Fernando González
Subdirector
Con Información de www.elrancaguino.cl
Con Información de chilelindo.org