El telescopio James Webb captura estrellas individuales en una galaxia a 6.500 millones de años luz de distancia.

Un equipo internacional de astrónomos ha logrado, por primera vez, fotografiar estrellas individuales en una galaxia que se encuentra a 6.500 millones de años luz de nuestro planeta. Este notable avance fue posible gracias al telescopio espacial James Webb (JWST) de la NASA y al efecto conocido como lente gravitacional, teorizado por Albert Einstein en su obra sobre la Teoría de la Relatividad General.

El profesor Franz Bauer, investigador asociado del Instituto Milenio de Astrofísica (MAS) y el Centro de Astrofísica y Tecnologías Afines (CATA), así como académico del Instituto de Astrofísica de la Universidad Católica, formó parte de este estudio, el cual fue publicado en la revista Nature Astronomy.

“La gran cantidad de estrellas detectadas individualmente nos permite observar variaciones en la formación de poblaciones estelares, lo que contribuye a una mejor comprensión del ensamblaje de masa y los procesos de formación estelar”.

La galaxia, conocida como “Arco del Dragón”, está situada detrás del cúmulo de galaxias Abell 370. Este cúmulo provocó un efecto de lente gravitacional que amplificó su luz, funcionando como un “zoom galáctico” natural. No obstante, la magnificación gravitacional por sí sola no era suficiente para identificar estrellas individuales. Sin embargo, las estrellas libres dentro del cúmulo actuaron como microlentes, brindando una ampliación adicional que permitió al JWST capturar esta valiosa colección de estrellas distantes.

El profesor Bauer explica la interacción entre los macrolentes y microlentes del JWST:

“La fusión de los efectos de macrolente y microlente incrementa significativamente la capacidad de magnificación, permitiendo al JWST detectar estrellas que de otro modo permanecerían ocultas”.

Macrolente y Microlente del James Webb
Ilustración sobre el funcionamiento de los lentes | Vía: Ciencia Chile.

Análisis de las imágenes

Entre las 44 estrellas identificadas, muchas son supergigantes rojas en sus etapas finales de existencia, similares a Betelgeuse en la constelación de Orión. Esto se diferencia de descubrimientos previos en galaxias lejanas, donde predominaban las supergigantes azules, como Rigel. Este hallazgo pone de manifiesto la capacidad del JWST para observar en longitudes de onda infrarrojas y detectar estrellas de temperaturas más bajas.

“El número considerable de estrellas detectadas individualmente nos permite identificar variaciones en la formación de poblaciones estelares a lo largo de esta galaxia, contribuyendo a una mejor comprensión del ensamblaje de masa y los procesos estelares”, señala el astrónomo del MAS/CATA y profesor UC, Franz Bauer. (Imagen proporcionada por CATA/MAS) | Fuente: Ciencia Chile.

Además, el estudio provee información valiosa sobre la distribución de materia oscura en el cúmulo de galaxias y su influencia en la formación estelar. Bauer aclara:

“Analizar estas estrellas nos ayuda a comprender cómo las galaxias se han ensamblado en las estructuras observables en el universo cercano”.

Los astrónomos indican que las características de la galaxia Arco del Dragón son comparables a las de la Vía Láctea hace 6.500 millones de años. En este sentido, el académico del MAS comenta:

“A pesar de que estas estrellas no eran muy distintas de las actuales, el entorno galáctico de esa época contaba con un mayor suministro de gas, lo que facilita el estudio de la evolución galáctica”.

Este avance no solo enriquece nuestro entendimiento sobre las estrellas en el universo lejano, sino que también abre nuevas oportunidades para futuros estudios con el telescopio James Webb, que podría descubrir detalles sobre cientos de estrellas en galaxias distantes.

Para más información, puedes leer la publicación original en Nature Academy.

¿Qué opinas sobre la capacidad del James Webb para explorar los confines del universo?

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Con Información de pisapapeles.net

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