El Fiat 850 conmemora su 60 aniversario como un modelo destacado por su versatilidad.

En mayo de 1964, se presentó el Fiat 850, una berlina compacta de cuatro puertas creada para sustituir al emblemático Fiat 600 en la oferta de la marca. Con un diseño también atribuido a Dante Giacosa, el modelo captó rápidamente la atención del público, alcanzando la impresionante cifra de 2,3 millones de unidades vendidas hasta 1973, lo que demuestra su éxito tanto en Italia como en otros mercados, incluido el estadounidense, donde se ofreció en su versión estándar, además de las populares variantes Coupé y Spider.

Al igual que los Fiat 500 y 600, el Fiat 850 adoptaba una configuración de «motor trasero», con su motor longitudinalmente ubicado en la parte trasera y propulsión trasera. Sin embargo, su diseño interior proporcionaba mayor comodidad y espacio en comparación con sus predecesores, manteniendo una distancia entre ejes similar a la del 600. Con capacidad para cinco personas, el modelo incluía un maletero en la parte delantera, un espacio que normalmente ocupaba el motor gracias a su innovadora disposición. Además, contaba con características que optimizaban su versatilidad, como asientos traseros con respaldo abatible, ideales para transportar objetos voluminosos.

En sus primeros años, el compartimento trasero albergaba un sólido motor Fiat de 4 cilindros y 843 cm³, acoplado a una transmisión manual de 4 velocidades que generaba 34 CV. Con un peso de 670 kg, el vehículo podía alcanzar una velocidad máxima de 120 km/h. También existía una versión conocida como 850 Super, que ofrecía 37 CV, y en 1968 se añadió una opción con motor de 52 CV y 903 cm³.

Los amantes de la conducción deportiva asequible celebraron el lanzamiento del Fiat 850 Coupé en 1965. Con un diseño exterior de los hermanos Boano, que recordaba al Fiat Dino Coupé por sus ventanillas laterales, este modelo destacó por su facilidad de manejo y su carácter divertido y deportivo. Era 33 mm más largo que la berlina y presentaba detalles que acentuaban su dinamismo, como un emblema circular flanqueado por laureles en el frontal y un tablero con dos medidores para velocímetro y cuentarrevoluciones. Su exclusivo volante contaba con radios metálicos que realzaban su espíritu «racing». Equipado con asientos individuales para conductor y pasajero, su motor entregaba 47 CV, lo que permitía alcanzar una velocidad máxima de 134,6 km/h. Carlo Abarth desarrolló también una versión con motor de 1.6 litros, capaz de alcanzar los 211 km/h, y en 1968 se introdujo una mecánica de 2.0 litros con 185 CV que superaba los 240 km/h.

Ese mismo año, en 1965, se presentó en el Salón de Ginebra el Fiat 850 Spider, otra de las variantes más icónicas del modelo. Diseñado por Pininfarina y su estilista Giorgetto Giugiaro, este biplaza de 3,782 metros de longitud mantenía la transmisión, los ejes y la distancia entre ejes del modelo original, destacándose por sus elegantes y afiladas líneas, reminiscentes de los superdeportivos de la década de 1960. Con un peso de 725 kg, podía alcanzar una velocidad máxima de 152 km/h, y se ofrecía como opción un techo rígido de 10 kg para conducir en condiciones climáticas adversas.

El Fiat 850 ha dejado una huella en la memoria cinematográfica, siendo conducido por actrices célebres como Romy Schneider, quien manejaba una berlina blanca en la película francesa «Max y los Chatarreros» en 1971. En España, aparecía en «La Piel Quemada» (1967), una drama social sobre las vivencias de una familia en medio del éxodo rural. Más recientemente, el Fiat 850 Coupé fue visto en la serie «La Línea Invisible» (2020), manejado por uno de los personajes principales.

Con Información de chilelindo.org

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