El líder implicado en la represión violenta en Siria.

El presidente sirio Bashar al-Assad, una vez considerado como un posible reformador, ha gobernado Siria aplicando un régimen represivo que ha llevado a la encarcelación de decenas de miles de opositores y la muerte de cientos de miles durante la guerra civil en el país.

(FRANCE24.COM).- Bashar al-Assad, actual presidente de Siria, ha dirigido una brutal represión contra un levantamiento pro-democrático que ha desencadenado una de las guerras más devastadoras de la historia reciente.

El domingo 8 de diciembre, con los rebeldes tomando el control de la capital, se informó que Assad había abandonado el país, lo que sugiere no solo el posible fin de su mandato de 24 años, sino también la caída del dominio de su familia que se extiende por cinco décadas.

A lo largo de los años, Assad se ha mantenido en el poder mediante alianzas con Rusia, Irán y Hezbolá, consolidando así su régimen durante el conflicto que inició en 2011.

Con una personalidad calmada, Assad se ha proyectado como el único líder viable de Siria contra la amenaza islamista, aunque una ofensiva rebelde liderada por islamistas ha ido arrebatándole control de diversas ciudades.

Después de enfrentarse a protestas en todo el país exigiendo su renuncia y una insurrección armada que casi lo derrota, Assad ha logrado recuperar el control de gran parte del territorio sirio.

A pesar de presentarse como un protector de minorías y un garante de estabilidad, Assad ha sido criticado por la falta de libertades y justicia en elecciones organizadas en zonas controladas por el gobierno.

Assad asumió la presidencia a los 34 años y fue inicialmente visto como un reformador capaz de implementar cambios, pero su imagen cambió rápidamente cuando se intensificó la represión y la violencia durante la Primavera Árabe en Siria en 2011.

Durante la guerra civil, Assad justificó sus acciones contra la oposición y los manifestantes como parte de la lucha contra el terrorismo, mientras su aparato de seguridad llevaba a cabo arrestos brutales y mantenía disidentes en prisiones conocidas por abusos.

A través de los años, Assad ha sostenido que el conflicto en Siria es un complot extranjero para dividir la región, afirmando que la escalada del terrorismo se alinea con los intereses de Estados Unidos y Occidente.

Con Información de chilelindo.org

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