En una emotiva ceremonia, Catalina Hevia y Xiomara Ramírez, dos de los 13 pacientes que optaron por dejar la enseñanza tradicional para continuar su educación en el Aula Hospitalaria de una institución de salud, compartieron sus experiencias. Catalina expresó su emoción y tristeza al despedirse de sus compañeros y profesores tras superar una patología que dificultaba sus estudios, mientras que Xiomara se mostró muy contenta por haber completado hasta cuarto medio y ahora querer seguir estudiando informática.
El Aula Hospitalaria está dedicada a alumnos con situaciones de enfermedad, brindándoles la oportunidad de obtener educación, facilitar su permanencia escolar y prevenir su deserción. En la ceremonia, familiares, amigos y representantes del hospital celebraron la valentía y esfuerzo de estos jóvenes, destacando su superación y fortaleza contra las adversidades. Se resaltó el trabajo del hospital y la Fundación Inclusiva por ofrecer estas oportunidades educativas, con enfoque humanizado y visión integradora.
Carolina Bahamondes, directora Académica de la Fundación Inclusiva y encargada del Aula Hospitalaria, mencionó a estudiantes destacados que recibieron premios por su trayectoria y expresó el deseo de ampliar el compromiso con el derecho a la educación para más niños y niñas en esta situación. Este evento marca el cierre de una etapa escolar y el triunfo de estos jóvenes frente a las adversidades, quienes se proyectan con sueños de continuar estudios en Educación Parvularia o Informática. La comunidad se inspira en su espíritu de superación.
Con Información de chilelindo.org