El sábado 23 de noviembre fueron encontrados los restos de Aníbal Silva, un estudiante de Veterinaria que había estado desaparecido durante 10 días tras ser arrastrado por una fuerte marejada mientras practicaba Stand Up Paddle en una conocida playa del Biobío.
Su hermano Alejandro Silva comentó sobre el hallazgo: «Una alerta se dio alrededor de las 14 horas en Chome, donde se encontraron restos óseos. Nos trasladamos al lugar con el equipo de la Brigada de la Policía Marítima. Mi papá bajó rápidamente y pudo reconocer a Aníbal. Tras algunas verificaciones en el sitio, se confirmó al 100% la identificación de su cuerpo.»
Según Alejandro, un detalle importante en la identificación del cuerpo fue: «El tatuaje fue lo que más ayudó a mi papá a reconocer a Aníbal».
Asimismo, expresó su agradecimiento por el apoyo recibido durante estos duros momentos: «La verdad es que es triste, pero el cariño y la solidaridad de todas las personas que estuvieron a nuestro alrededor nos ha brindado consuelo en estos momentos difíciles. Ahora, con mi familia y mi madre al lado, tenemos una sensación de tranquilidad al poder dar una última despedida a mi hermano, lo que era nuestra mayor preocupación.
El legado de Aníbal Silva
Respecto a lo que viene a continuación, Alejandro compartió: «Hemos recolectado muchos recursos que distribuiremos entre los caleteros de Chome y Lenga; el dinero que hemos conseguido se destinará a los gastos fúnebres de mi hermano».
Es importante mencionar la intención de mejorar el protocolo de búsqueda de personas desaparecidas en el mar, ya que el joven considera que «hay una gran falencia en el gobierno, que no tiene un protocolo definido para la búsqueda de personas perdidas en el mar. Con nuestro equipo y algunos políticos que nos apoyan, trabajaremos en crear un protocolo de búsqueda para que el legado de mi hermano perdure.»
Para finalizar su declaración tras los largos días de búsqueda, Alejandro agradeció el apoyo y cariño de las personas que se acercaron a ayudar: «Siempre estaremos agradecidos con todos los pescadores de Lenga (…) los bomberos, sin ellos no habríamos logrado la recuperación de mi hermano, así como también a todos los que nos brindaron su ayuda».
Alejandro, de manera serena, recordó a su hermano como «una persona excepcional, con un humor único, siempre feliz; aunque también vivía sus penas como todos. (…) Éramos hermanos y mejores amigos; su legado permanecerá conmigo, estoy tan acostumbrado a conocer sus pensamientos que siempre lo llevaré en mi corazón. Su cuerpo ya no está, pero su espíritu siempre vivirá en todos nosotros. Estamos en paz con poder darle una despedida», concluyó Alejandro Silva, acompañado por su madre.
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Con Información de chilelindo.org