Incertidumbre en respecto a las instituciones y aumento en la personalización: Perfil del consumidor chileno

En un contexto de desconfianza en las instituciones y una economía percibida como incierta, la idiosincrasia del consumidor chileno está experimentando un cambio significativo.

Este tema fue ampliamente discutido durante el Mastercard Day Chile 2024, donde Karen Thal, presidenta de Cadem, y Claudia Barón, vicepresidenta global de débito de Mastercard, exploraron los retos que enfrentan los clientes y la necesidad de adaptación por parte de las empresas.

Thal fue clara en su análisis de la situación actual, señalando que “existe un predominio de la desesperanza” tanto en el presente como en el futuro. Según los datos presentados, la percepción negativa de la economía ha alcanzado niveles equiparables a los registrados en 1997.

“Estamos atravesando una crisis no solo en el ámbito político, sino también en el económico y judicial. La ciudadanía califica al sistema político con un 3,1, al sistema económico con un 3,6 y al sistema judicial con un 3,6. Ninguna de nuestras instituciones logra superar el aprobado”, subrayó también la presidenta de ICARE.

Karen Thal, presidenta de Cadem
Karen Thal, presidenta de Cadem

Además, resaltó que el consumidor chileno se ha adaptado a vivir en un contexto de incertidumbre económica, lo que ha influido en sus decisiones de compra y en su percepción de bienestar personal.

“Por vez primera, la situación económica personal también se percibe en términos negativos, generando expectativas de consumo en sus niveles más bajos desde que iniciamos la medición en 2014”, explicó Thal.

Velocidad, seguridad y personalización como pilares del consumo

En cuanto a su parte, Claudia Barón, vicepresidenta global de débito de Mastercard, ofreció una perspectiva global sobre la evolución del consumidor, señalando que el crecimiento de la digitalización y de las nuevas formas de pago ha transformado sus expectativas.

Según Barón, los clientes actuales, especialmente los más jóvenes, valoran la satisfacción instantánea, convirtiendo la personalización en un factor crucial para satisfacer sus demandas inmediatas. “Realmente, (los usuarios) quieren mucha información; buscan servicios y beneficios que se adapten a sus necesidades”, afirmó.

Claudia Barón, vicepresidenta global de débito de Mastercard
Claudia Barón, vicepresidenta global de débito de Mastercard

En lo que respecta a Chile, la ejecutiva destacó el rápido avance de la tecnología financiera en comparación con otros mercados de la región. “La adopción digital en Chile supera a la de otros países latinoamericanos. No solo en redes sociales, sino también en tecnología financiera y, como veremos más adelante, en la inteligencia artificial (IA)”, explicó.

Este auge tecnológico ha consolidado el uso de la tarjeta de débito como la forma de pago preferida por los ciudadanos chilenos, debido a su combinación de facilidad y seguridad. La preferencia por este tipo de transacciones refleja la creciente demanda de soluciones rápidas y seguras en un mercado que requiere cada vez más digitalización.

A pesar de la importancia de la inmediatez, Barón enfatizó que las soluciones no deben limitarse únicamente a lo inmediato, sino que también deben tener un impacto a largo plazo.

La ejecutiva resaltó la importancia de desarrollar productos que dejen un legado tanto en el ámbito financiero como en el social. “El legado no se trata solo de lo financiero, no solo de transmitir riqueza, (…) también involucra a la comunidad”, detalló.

Fomentar relaciones fluidas, dinámicas y satisfactorias

A medida que los consumidores se vuelven más exigentes, es evidente la necesidad de personalizar las soluciones y productos ofrecidos. Barón explicó que uno de los mayores desafíos para las marcas es proporcionar experiencias que integren todas las demandas de forma sencilla y efectiva.

En el caso de los segmentos más jóvenes, la adopción de tecnología y la educación financiera desempeñan un papel crucial en la promoción de hábitos de consumo responsables. Los jóvenes y la llamada “generación alfa” ya se desenvuelven en el mundo digital y económico, lo que representa una oportunidad para las empresas que puedan ofrecerles productos adaptados a sus necesidades.

Por otro lado, la presidenta de Cadem resaltó que los desafíos para las marcas y las instituciones financieras son enormes. Desde recuperar la confianza de los consumidores hasta ofrecer soluciones tecnológicas eficaces y seguras, las empresas deben adaptarse a las expectativas del mercado.

Con Información de chocale.cl

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