Gerardo Urra
Especialista en medios de pago
En agosto del 2021 se creó el Comité para la Fijación de Límites a las Tasas de Intercambio (TI), el que en febrero 2022 reguló de forma provisoria las tasas, fijando los máximos para débito en 0,60%, prepago en 1,04% y crédito en 1,48%.
Posteriormente, en febrero de 2023 se publicaron los límites definitivos que consideraba una implementación gradual de las tasas, que determinó que en octubre de 2024 se realizará la baja más significativa, situándola en 0,35% para débito y 0,80% para prepago y crédito.
Vale la pena recordar que las TI es el ingreso que obtiene un emisor de parte del adquirente por las transacciones realizadas con tarjetas. A su vez, en la gran mayoría de los casos, el intercambio es el principal componente de la comisión que pagan los comercios (MDR).
El Comité utilizó como base para el cálculo de las tasas la metodología basada en los costos de los emisores, se analizó información desde el año 2017 al 2021 de costos transaccionales, costos de fondeo, prevención de fraudes, pagos a las marcas de tarjetas entre otros. Asimismo, el Comité acordó la realización de un estudio de impacto para evaluar los efectos de la implementación de las tasas, y en la etapa inicial de discusión, indicó que realizaría encuestas a los comercios. A la fecha no son conocidos los estudios mencionados por el comité.
No resulta tan evidente que la mejor forma de regular sea por costos, existen más alternativas como la aplicación del Test del Turista o Merchant Indifference Test – MIT (que busca conocer la TI donde para el comercio es indiferente entre aceptar pagos con tarjetas y aceptar pagos en efectivo) donde en mercados menos desarrollados, una TI óptima pude estar por encima del MIT.
Es probable que este sea el caso de Chile, porque aún existen desafíos en los medios de pago y por el efecto positivo que traen las TI en la expansión de la emisión y aumento de la red de aceptación.
Es importante que en procesos de fijación de precios la metodología pueda incluir a los actores relevantes, que promueva la competencia y que —lo más relevante— los precios deben ser calibrados, sobre todo en un mercado de dos lados donde se debe equilibrar el impacto entre emisores y adquirentes.
Es muy importante conocer la evaluación de impactos. A la fecha, la disminución promedio respecto a la TI no regulada es de aproximadamente 40%, y si consideramos la baja inminente de octubre, la disminución será mayor al 60%. Esto hace necesario contar con un estudio para evaluar los impactos, si el ahorro fue transferido a los comercios y/o consumidores, analizar cómo han cambiado los costos de los emisores donde al menos el costo de fraude creció exponencialmente y analizar también los costos para comercializar y distribuir tarjetas.
En prepago, todo indica que la tasa óptima debe estar muy por encima. Al minuto de fijar las TI, se tuvo a la vista los casos de negocios de los emisores, donde la TI era 0,7%. El post mortem en prepago es claro: solo basta ver los estados financieros de los emisores que están lejos del punto de equilibrio.
En este mercado de dos lados, TI demasiadas bajas puede generar el efecto contrario de promover la competencia entre rieles, los comercios no tendrán incentivos para aceptar otras tecnologías. Las tarjetas son seguras, el pago a comercios está asegurado, cuentan con sistemas de conciliación, existen mecanismos para disputas y ofrecen muchos servicios de valor agregado.
Del lado del emisor, TI por debajo del óptimo puede tener el efecto indeseado de aumento en las comisiones a los consumidores por mantención de cuentas, eliminación de cuotas sin interés y exclusión de un segmento de personas del crédito.
También existen otros desafíos, como es buscar una TI que permita pagos en montos de alto valor y corregir la distorsión del MDR que pagan los comercios en ticket bajos, lo cual no obedece a las TI, y está generando un alto costo y exclusión de un segmento relevante.
La TI óptima debe estar en línea con el valor que aportan los medios de pago a los distintos participantes, a los merchants permite el comercio electrónico, vender sin asumir el costo del crédito o incobrables que tendrían si ellos financiaran a los consumidores.
Las TI deben recoger las externalidades asociadas a la reducción del efectivo, reducción del crimen, efectos positivos sobre la recaudación de impuestos y formalización de la economía, y deben promover la expansión de los medios de pago. Una tasa demasiada baja como la actual solo frenará la competencia y limitará la entrada de nuevos jugadores.
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