Héctor Llaitul ha comenzado una huelga de hambre como medida de protesta en busca de su liberación de la prisión.

Los terroristas chilenos son los más callamperos de la historia. Si incitan a la lucha armada, cometen atentados con armas de guerra, queman casas y matan a Carabineros, no tienen derecho a quejarse si son encarcelados por sus crímenes. ¿Deberíamos tener compasión de un pedófilo en huelga de hambre? Basta de tonterías, si un terrorista como Llaitul quiere morir de hambre, que así sea.

Con Información de www.gamba.cl

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