El remolcador de altura BAE Imbabura (RA-72) de la Armada del Ecuador, ex ATF-67 Lautaro de la Armada de Chile, zarpó el miércoles 1 de mayo desde el muelle 360 de la base naval Talcahuano con destino a Guayaquil tras concluir el proceso de reactivación y capacitación del personal desarrollado en esa instalación de la Región del Biobío.
La unidad cumplirá en la Armada del Ecuador roles como remolcador de altura, soporte logístico, instrucción, expediciones antárticas, búsqueda y rescate, patrullaje; buque nodriza para controlar espacios insulares en combate del narcotráfico, el crimen organizado y la pesca ilegal no declarada y no reglamentada cercana a la Zona Económica Exclusiva insular de las islas Galápagos
Según la Armada de Chile, el BAE Imbabura (RA-72) fue despedido por oficiales y gente de mar de la Guarnición Naval Talcahuano, presididos por el comandante en jefe de la Fuerza de Submarinos, comodoro Federico Saelzer, junto al director general de Logística de la Armada del Ecuador, contraalmirante Firmo Cedeño.
La Armada del Ecuador, como publicó Infodefensa.com, recibió en donación el 28 de noviembre del 2022 el exremolcador ATF-67 Lautaro de la Armada de Chile, unidad que fue retirada del servicio en enero del 2022 tras 31 años de servicio en esa institución y navegar 446.400 millas náuticas que equivalen a 20 vueltas al mundo.
Personal naval ecuatoriano inició, en diciembre del 2022, el proceso de reconocimiento y la recepción de conocimiento para la reactivación del remolcador. El proyecto Júpiter contempló trabajos de recuperación y puesta a punto de sistemas por parte de la planta industrial Talcahuano de Astilleros y Maestranzas de la Armada (Asmar) y otras empresas contratistas.
Una nueva etapa
El contraalmirante Cedeño destacó el apoyo del personal chileno en este proceso. “El resultado del trabajo y el esfuerzo desarrollado en un año y cinco meses está aquí, al contemplar el majestuoso Imbabura, listo para hacerse a la mar y seguir llenando de gloria ahora a la Armada del Ecuador. La tarea no fue fácil, pero contó con el apoyo de oficiales y gente de mar de la Armada de Chile”.
Respecto a la reactivación, Cedeño indicó que se ejecutaron trabajos de “diagnóstico de la condición de las máquinas principales, mantenimiento mayor de los motores, control de generadores, mantenimiento de los grupos electrógenos, de los tableros de distribución eléctricas, reemplazo de la iluminación interior y exterior, implementación del sistema del puente, radares, GPS, carta electrónica, telefonía satelital, recuperación de la habitabilidad, ente otros (…)”.
«El agradecimiento sincero y eterno a toda la Armada de Chile, en especial a la Segunda Zona Naval, a la base naval Talcahuano, por todo el apoyo logístico brindado, al patrullero OPV Piloto Pardo, que fue el buque hermano de este navío (Imbabura), a todos sus oficiales y gente de mar y a las empresas que participaron en el proyecto”, resaltó el contraalmirante Cedeño.
Por su parte, el jefe de Estado Mayor de la Segunda Zona Naval, capitán de navío Alejandro Arrieta, señaló: “Se ha llegado a un exitoso término de las gestiones para cumplir con las metas trazadas, las que fueron realizadas con un tremendo esfuerzo de su dotación y de las empresas contratistas, así como el apoyo de ex miembros de la dotación en la supervisión y guía del entrenamiento que permitieron tener esta unidad lista para su zarpe».
Para la autoridad naval chilena, este trabajo es «una nueva muestra del mutuo entendimiento y apoyo entre nuestras armadas, como ha sido el intercambio en la formación de oficiales y gente de mar, el traspaso de unidades de combate y logísticas, así como la modernización y entrenamiento de sus marinos”.