El Gobierno de Chile, encabezado por el Presidente Gabriel Boric, ha dado un paso significativo hacia la reforma del sector pesquero con la presentación de un ambicioso proyecto de Ley de Pesca. Este representa un avance clave en la gestión de los recursos marinos, enfocándose en la sostenibilidad y equidad, especialmente beneficiando a los pescadores artesanales.
El proyecto propone la implementación de planes de manejo obligatorios para todas las pesquerías, garantizando una gestión más responsable y sostenible de los recursos pesqueros. Esta medida es crucial para la preservación de las especies y el cuidado del medio ambiente marino.
Uno de los aspectos más destacados es el fraccionamiento equitativo de los recursos pesqueros entre los sectores artesanal e industrial. Esto significa una distribución más justa de los recursos, donde los pescadores artesanales tendrán un mayor acceso y participación en la explotación de los recursos pesqueros.
La transparencia y la libre competencia se ven reforzadas con la modernización de las reglas para las subastas de licencias de pesca y la reducción de la duración de estas licencias de 20 a 10 años. Estos cambios buscan evitar la concentración del poder económico y asegurar una competencia leal en el sector.
Además, el proyecto incluye medidas de protección laboral en las licitaciones y mantiene y ajusta las áreas reservadas para la pesca artesanal. Esto no solo protege los derechos laborales de los pescadores, sino que también reconoce y fortalece las organizaciones de pescadores artesanales, otorgándoles un papel más significativo en la toma de decisiones.
El Presidente durante su discurso, al minuto de presentar la ley, afirmó lo siguiente: “Esta ley —legítima democráticamente— está construida sobre evidencia científica, potencia nuestra vocación oceánica y pesquera, reconoce la importancia de nuestras caletas y comunidades costeras, favorece el desarrollo económico de nuestro país, el empleo y la preservación de nuestra entidad marítima”.
Este proyecto de ley marca una nueva era en la pesca chilena, donde la sostenibilidad, equidad y protección de los recursos y los pescadores son la prioridad. Con estas medidas, el Gobierno de Chile busca garantizar un futuro más prometedor para el sector pesquero y las comunidades que dependen de él.