Un vuelo chárter con 44 deportados por Estados Unidos aterrizó en la madrugada de este viernes en el Aeropuerto Internacional de Santiago, como parte de la nueva política migratoria del país norteamericano.
De acuerdo con el informe del Ministerio del Interior, entre los repatriados se encontraban tres individuos con órdenes de detención pendientes por delitos cometidos en Chile, quienes fueron arrestados inmediatamente al llegar. Los otros 41 deportados eran migrantes chilenos en situación irregular en Estados Unidos.
“Este vuelo de deportación, al igual que otros que se han realizado hacia países de la región, forma parte de la nueva política migratoria de Estados Unidos”, indicó el ministerio en un comunicado. También se mencionó que el operativo fue coordinado entre distintas instituciones, como los ministerios del Interior, Relaciones Exteriores y Seguridad Pública, así como la Policía de Investigaciones y el Servicio de Registro Civil e Identificación.
El proceso incluyó el control migratorio habitual, que abarcó la verificación de la identidad de los repatriados y la detención inmediata de aquellos con órdenes judiciales pendientes.
Desde la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados, el parlamentario Raúl Soto (PPD) expresó su apoyo a la medida: “Es fundamental respetar las normativas migratorias de los países con los que mantenemos relaciones diplomáticas. Cuando se violan esas normativas, es esencial colaborar para que se impongan las consecuencias y se tomen las acciones pertinentes”.
Mientras tanto, en el aeropuerto de la capital, varios familiares aguardaban la llegada de los deportados, muchos sin información clara sobre quiénes viajaban en el vuelo. Daniel Gallardo, padre de Natalia Gallardo —detenida hace un mes en una redada en Texas— compartió la angustia que han vivido en las últimas semanas. Su hija estaba entre los que viajaban. “La incertidumbre empezó desde su detención, con la falta de información y sin saber su estado”, comentó. Añadió que su hija habría estado en condiciones precarias de reclusión, incluyendo frío, mala alimentación y aislamiento de sus hijos y familiares.
“Lo más importante en este momento es que llegue en un estado psicológico digno para cualquier ser humano”, finalizó.
Con Información de hoysantiago.cl