Vendedores ambulantes se establecen en las calles de Estación Central a pesar de la implementación de medidas de arquitectura hostil.

AUTOR: JORDANA SILVA CORREA

Recientemente, se han colocado grandes piedras en la vía pública de la calle Toro Mazotte, en Estación Central. Esta intervención de arquitectura hostil tiene como finalidad evitar que los vendedores ambulantes se instalen en la zona.

Sin embargo, esta mañana se observó que estos vendedores se ubicaron en los espacios destinados para los peatones, e incluso sobre las mismas piedras diseñadas para disuadirlos.

La acción ha generado descontento entre los vecinos, quienes argumentan que las piedras apenas aumentan la congestión y ofrecen mayores oportunidades para el delito debido a la limitada movilidad.

«No funciona porque todavía se colocan enfrente. Todos los días hay basura y suciedad. No ha cambiado nada, la inseguridad sigue siendo la misma», afirmó una vecina en el programa matinal Mucho Gusto.

Previamente, se había intentado implementar una estrategia similar en los alrededores del concurrido Costanera Center, donde se instalaron esferas de concreto para frenar el comercio ambulante. No obstante, este enfoque tampoco logró su objetivo, ya que los vendedores continuaron ocupando los espacios para los transeúntes, igual que en Toro Mazotte.

Con Información de www.elciudadano.com

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