Un estudio sugiere que tener una mascota podría ofrecer beneficios para el bienestar comparables a los de estar casado o tener una vida social activa.

Tener un gato o un perro podría ofrecer un nivel de bienestar similar al que se experimenta con el matrimonio o relaciones sociales frecuentes, según un estudio reciente publicado en la revista Social Indicators Research. De acuerdo con la investigación, tener un compañero animal puede equivaler a un beneficio de hasta 70.000 libras esterlinas (aproximadamente 90.000 dólares) al año en términos de satisfacción vital, un concepto que los economistas llaman “precio implícito” de bienes intangibles.

Los investigadores, Adelina Gschwandtner, profesora de Economía en la Universidad de Kent, y Michael Gmeiner, de la London School of Economics, llegaron a esta conclusión tras analizar datos de una encuesta realizada a 2.500 hogares británicos. El hallazgo sorprendió incluso a los propios autores. “Era una suma considerable incluso para mí, que amo a las mascotas”, comentó Gschwandtner, quien luego reflexionó que muchas personas consideran a sus animales parte de la familia, lo que justificaría esta comparación con la compañía humana.

A diferencia de estudios previos que solo demostraban correlaciones, los investigadores buscaron establecer un vínculo causal entre la tenencia de mascotas y el bienestar, utilizando un enfoque estadístico de variables instrumentales. Esta técnica ayuda a identificar factores externos que afectan la tenencia de mascotas sin estar directamente relacionados con la satisfacción vital, eliminando posibles sesgos, como que las personas más felices tiendan a tener mascotas.

“Es posible que las personas felices y sanas opten por tener una mascota como compañía, más que las mascotas les brinden felicidad y salud”, explicaron los autores. Para controlar estas variables, el estudio incluyó datos sobre tipos de personalidad junto a la posesión de mascotas y sus niveles de satisfacción vital.

A la luz de estos resultados, Gschwandtner abogó por facilitar la tenencia de animales, sugiriendo revisar las normas restrictivas en contratos de arrendamiento que impiden tener mascotas.

Sin embargo, algunos expertos son cautelosos. Megan Mueller, académica de la Universidad de Tufts que investiga la relación entre humanos y animales, destacó los riesgos de “antropomorfizar” a las mascotas y compararlas completamente con los vínculos humanos. “Aunque los animales nos proporcionan apoyo emocional similar al de las relaciones humanas, no son lo mismo”, apuntó.

El estudio abre nuevas perspectivas sobre el impacto positivo de los animales en la vida diaria, especialmente en un contexto donde el bienestar emocional se vuelve cada vez más relevante en las políticas públicas.

Con Información de hoysantiago.cl

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