Grupo Cetep brinda recomendaciones para garantizar que las vacaciones de verano sean una vivencia positiva y enriquecedora.
Los meses estivales, que son ideales para relajarse y desconectarse, pueden suponer un desafío para las familias con niños que padecen Trastorno del Espectro Autista (TEA). La alteración de las rutinas diarias, el aumento de estímulos sensoriales y el enfrentamiento a situaciones sociales novedosas pueden generar estrés y ansiedad en estos pequeños.
Para lograr un verano más sereno y agradable, es esencial implementar estrategias que consideren las particularidades de cada niño. Los especialistas sugieren métodos que promuevan el bienestar emocional y faciliten la adaptación a los cambios propios de esta temporada.
Recomendaciones clave para unas vacaciones exitosas
Camilo Bastías, psicólogo de Grupo Cetep, presenta algunas sugerencias para este verano:
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Mantener una rutina estructurada: A pesar de que los horarios suelen variar en vacaciones, es fundamental preservar una rutina que brinde seguridad y previsibilidad. Establecer horarios regulares para comidas, actividades y descanso puede ayudar a reducir el estrés y la incertidumbre en los niños.
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Anticipar los cambios: Informar a los niños sobre los planes de antemano les permite prepararse para lo que vendrá. Utilizar herramientas como agendas visuales o historias sociales es una excelente manera de presentar las actividades programadas de manera clara y comprensible.
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Crear zonas seguras: Durante viajes o en nuevos entornos, es crucial disponer de un espacio que el niño pueda reconocer como suyo, donde se sienta cómodo y tranquilo. Este puede ser un área específica en el lugar de alojamiento o un pequeño rincón en la playa.
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Ajustar las actividades a sus intereses y necesidades: Involucrar al niño en la selección de actividades y ofrecer opciones promueve su participación activa y reduce la resistencia. Además, elegir destinos y planes que limiten la exposición a estímulos sensoriales intensos contribuye a crear un ambiente más manejable.
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Buscar apoyo profesional: Consultar a psicólogos o terapeutas especializados en TEA antes de las vacaciones puede resultar beneficioso. Estos profesionales proporcionan recomendaciones personalizadas que se adaptan a las necesidades del niño y ofrecen orientación a la familia para la planificación del viaje.
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Comidas y dietas especiales: Es crucial investigar y planificar previamente dónde comer, asegurándose de que los restaurantes elegidos ofrezcan opciones que cumplan con las necesidades dietéticas de tu hijo. Esto no solo permite disfrutar de las comidas sin preocupaciones, sino también evita situaciones de estrés. Llevar snacks y alimentos familiares puede ser una excelente estrategia para prevenir inconvenientes durante el viaje o si no se encuentran opciones adecuadas.
La planificación anticipada, la flexibilidad y la priorización del bienestar del niño son aspectos fundamentales para disfrutar del verano en familia. Estos consejos no solo facilitan la adaptación del menor con TEA, sino que también permiten que toda la familia viva experiencias enriquecedoras juntos.
Con Información de chilelindo.org