Adquirir una vivienda es uno de los hitos más significativos en la vida de una persona, implicando un considerable desembolso de recursos. Por esta razón, la aparición de problemas como filtraciones, grietas o fallos eléctricos puede convertir el sueño de tener un hogar en una verdadera pesadilla.
La situación se complica aún más cuando estos defectos se manifiestan en días de lluvia o mal tiempo, circunstancias que ya han sido pronosticadas en varias regiones del país.
Ante esta problemática, el Servicio Nacional del Consumidor (Sernac) está intensificando la difusión de información sobre los derechos que tienen los consumidores al enfrentar inconvenientes constructivos en sus viviendas.
Es crucial que la ciudadanía esté informada de los plazos y responsabilidades legales que las inmobiliarias y constructoras están obligadas a cumplir.
Conforme a lo establecido en la Ley General de Urbanismo y Construcciones, se definen tres plazos fundamentales:
- Diez años: para defectos que afecten la estructura portante del inmueble.
- Cinco años: en casos de fallas en los elementos constructivos o instalaciones.
- Tres años: si hay problemas en los elementos de terminaciones o acabados de la obra.
Los plazos de prescripción comenzarán a contarse desde la fecha de recepción definitiva de la vivienda, salvo el plazo de tres años, que se computará desde la inscripción del inmueble a nombre del comprador en el Conservador de Bienes Raíces correspondiente.
La misma normativa especifica cómo deben presentarse las demandas colectivas ante problemas de calidad en la construcción. Un requisito clave es que al menos seis consumidores deben estar afectados para poder proceder con este tipo de acción legal.
Con seis o más afectados por problemas de calidad en la construcción, Sernac puede iniciar un juicio colectivo conforme a la Ley de Calidad de la Vivienda.
Con Información de www.lanacion.cl