La NASA ha comenzado a observar una intensa actividad solar, que podría dar lugar a tormentas solares con impactos potenciales en la Tierra en los próximos días. El Centro de Astrofísica y Tecnologías Afines (CATA) ha advertido que este fenómeno tiene la capacidad de generar efectos a nivel global.
El Sol se encuentra en un período de máxima actividad, dado que su ciclo de 11 años ha alcanzado recientemente su pico. En esta fase, los polos magnéticos solares se invierten, dando paso a un aumento en la frecuencia e intensidad de las tormentas solares.
Esta situación favorece un aumento en las erupciones solares, dirigiendo además las áreas más activas del Sol hacia nuestro planeta. El 14 de mayo, el Observatorio de Dinámica Solar de la NASA detectó una erupción solar de clase X2.7 —la más potente registrada hasta ahora en el año— que causó una eyección de masa coronal (CME) de más de 967.000 kilómetros, unas 75 veces el diámetro de la Tierra. Se anticipa que ocurran eventos similares en breve.
¿QUÉ SIGNIFICAN LAS TORMENTAS SOLARES?
Estos fenómenos generan alertas a nivel mundial, ya que tienen el potencial de afectar las comunicaciones, las redes eléctricas, y las señales de navegación y televisión, además de poner en riesgo a satélites, naves espaciales y sus tripulaciones.
César Fuentes, astrónomo de la Universidad de Chile e investigador del CATA, señala que “cuando hay actividad en la corona solar, puede venir acompañada de eyecciones de partículas cargadas, que pueden representar riesgos para la salud de los astronautas y las comunicaciones”.
A pesar de los riesgos, hay formas de prevención. Según el astrónomo, “es interesante que podemos tener información sobre estos eventos solo ocho minutos después de que ocurren, aunque las partículas tardan entre uno y dos días en llegar a nuestro planeta”.
Las CME se producen cuando el campo magnético del Sol desvía las partículas de una mancha solar y las reingresa en otra con polaridad opuesta. Fuentes agrega que “cuando estas estructuras se recombinan, se libera una gran cantidad de energía, impulsando esas partículas hacia el espacio. Si esto ocurre en dirección a la Tierra, se forma una tormenta solar que puede interactuar con nuestro campo magnético”.
¿QUÉ EFECTOS PUEDE TENER?
Durante el máximo solar, estos eventos pueden impactar varias áreas tecnológicas. Fuentes indica que “las estructuras electrónicas en órbita terrestre, como los satélites, son las más afectadas. Pueden experimentar desconexiones momentáneas, especialmente si no están protegidos por la magnetósfera”.
Además, se pueden producir desvíos en la navegación GPS. El astrónomo aclara que “pueden ocurrir fallos de posicionamiento de hasta decenas de metros debido a la alteración de la señal en la ionósfera”. También advierte que “los vuelos comerciales podrían verse afectados, desviándose de sus rutas si se anticipan interferencias en las comunicaciones”.
A pesar de eso, el impacto directo en el planeta y en los seres vivos es limitado. Según Fuentes, “el efecto se siente principalmente en las infraestructuras que orbitan nuestro planeta y en las redes eléctricas cerca de los polos, donde las partículas cargadas pueden causar problemas, pero solo durante las tormentas solares más intensas registradas”.
¿AFECTA A CHILE?
Respecto a nuestro país, el experto es concluyente: “En Chile, no debería haber ningún impacto significativo en el clima, otros servicios o el medio ambiente. Es muy poco probable que tenga un efecto considerable en nuestra región”.
Finalmente, el académico hace un llamado a informarse sobre estos fenómenos. “Conocer más sobre estos eventos es una excelente manera de interesarse por el funcionamiento de la física y la naturaleza. Existen múltiples canales de comunicación y observatorios solares que proporcionan alertas y pronósticos del clima espacial”, concluye.
Con Información de www.lanacion.cl