Se anticipan precipitaciones intensas durante el otoño en un período corto.

Con el final del verano, también se despide el calor extremo; sin embargo, los efectos del cambio climático no disminuyen. Según Patricio González, agroclimatólogo de la UTalca, el otoño se ha convertido en una continuación del verano, con temperaturas que podrían alcanzar los 25 grados hasta principios de abril.

“Después de esto, se espera un otoño muy corto, que en realidad funcionará como una transición térmica hacia un invierno que comenzará en mayo y se extenderá hasta julio, para que en agosto ya se empiecen a notar características primaverales”, indicó.

El académico del Centro de Investigación y Transferencia en Riego y Agroclimatología (CITRA UTalca) señaló que “la tierra se encuentra 1,75°C por encima del promedio, lo que provoca un calentamiento adicional en la atmósfera, llevando a que en climas mediterráneos se pierda la estacionalidad”.

Proyecciones climáticas

El agroclimatólogo anticipó que, desde la región de Coquimbo hasta La Araucanía, se experimentarán temperaturas extremas durante el otoño e invierno, con mínimas de 3 a 4 grados bajo cero, heladas, y lluvias muy intensas en períodos cortos, seguidas de semanas o incluso un mes sin precipitaciones, y luego la posibilidad de recibir 300 mm de lluvia en solo dos días. Esta ha sido la norma durante los últimos cinco años», subrayó.

Además, comentó que el fenómeno de La Niña está llegando a su fin, “ha sido breve y débil, y concluirá en abril, a más tardar a principios de mayo. Después, se espera un periodo neutro de El Niño. Según modelos probabilísticos, el océano Pacífico permanecerá en una situación neutral todo el invierno, lo que significa que no habrá un evento de El Niño ni de La Niña”, precisó.

González destacó que, debido al fenómeno de La Niña, es probable que las lluvias intensas se retrasen hasta mediados de mayo. “Pero una vez que comiencen, serán extremadamente irregulares, lo que dificulta la planificación urbana ante posibles inundaciones, con la probable aparición de ríos atmosféricos”, advirtió.

Por ello, el experto enfatizó que “tendremos que acostumbrarnos a lluvias extremas, que son muy peligrosas, ya que los ríos atmosféricos pueden alcanzar categorías 4 o 5, causando devastadoras inundaciones en las ciudades y afectando las zonas agrícolas en las áreas rurales. La variabilidad de lo que se presentará durante el otoño e invierno es muy alta. El cambio climático se ha acelerado más rápido que nuestra capacidad para adaptarnos, tanto en entornos urbanos como rurales”, concluyó.

Con Información de desenfoque.cl

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