
Periodista y editora internacional.
La represión policial en una manifestación de jubilados en Buenos Aires ha provocado una fuerte ola de indignación y críticas en Argentina, así como un amplio apoyo hacia aquellos que, a pesar de su edad avanzada, se movilizan para detener los recortes del gobierno de Javier
Milei
en sus ya limitadas pensiones, incluyendo diferentes sectores sociales que se han unido en defensa de los manifestantes.
Aunque no es un fenómeno nuevo ni exclusivo de Argentina, desde hace años los jubilados se congregan semanalmente en Buenos Aires para alzar la voz contra la pérdida de su poder adquisitivo. “Tenemos hambre, presidente”, clamó una manifestante frente a las cámaras.
Violencia y represión: versiones encontradas
Lo que comenzó como un acto de protesta pacífico se tornó en un violento enfrentamiento con las fuerzas de seguridad. Testigos y organizaciones de derechos humanos han denunciado el uso desproporcionado de la fuerza, incluyendo balas de goma y gases lacrimógenos. La Asociación Argentina de Reporteros Gráficos (ARGRA) reportó que al menos 20 periodistas fueron impactados por proyectiles policiales.
La manifestación semanal de pensionados resultó en una brutal represión, con efectivos de la infantería y la policía motorizada disparando balas de goma y gases lacrimógenos. Camiones de agua se desplazaron por las calles cercanas a la Casa Rosada, en un panorama que, según los opositores de
Milei
, recordaba los métodos represivos de los regímenes militares. Los manifestantes respondieron lanzando piedras y quemando contenedores de basura, lo que terminó con decenas de detenidos. Horas después, en diversas zonas de Buenos Aires, se escucharon cacerolazos en señal de protesta.
“Gas pimienta, palos y camión hidrante, la política de
Milei
para los jubilados”, denunció la diputada peronista Julia
Strada
. La ministra de Seguridad, Patricia
Bullrich
, por su parte, deslegitimó la manifestación, afirmando que no eran pensionados, sino jóvenes violentos y barras bravas del fútbol. “Están nuestras Fuerzas de
desplegadas para hacer cumplir el protocolo”, afirmó.
Hinchas de Rosario Central y Chacarita desafiaron la prohibición de ocupar las calles, entonando cánticos en defensa de los jubilados: “Policía, policía, no te lo decimos más. Si los tocan a los viejos, qué quilombo se va a armar”. Desde la izquierda argumentan que los disturbios fueron provocados por “infiltrados” de las fuerzas de seguridad. “Hay movimientos políticos dirigidos a desestabilizar al gobierno”, advirtió el ministro del Interior, Guillermo
Francos.
La crisis de los pensionados refleja una profunda división en Argentina. Beatriz Bianco, de 87 años, se unió a la protesta y resultó herida. Recibió un golpe en la cabeza y tuvo que ser llevada urgentemente a un hospital.
Por otro lado, el fotoperiodista Pablo Grillo, también gravemente herido durante la manifestación, fue trasladado de urgencia a un hospital de la capital. “Fue sometido a una cirugía que le salvó la vida”, declaró su padre, Fabián Grillo. Sin embargo, su recuperación sigue siendo incierta. “El proceso de recuperación posible comienza”, afirmó, añadiendo que se requerirá otra intervención para evaluar el daño cerebral.
Ambos casos han puesto en el centro del debate la utilización de la fuerza por parte del gobierno de Javier
Milei.
La violencia contra los jubilados: un acto inaceptable
El uso de la fuerza contra los jubilados ha sido ampliamente criticado por sectores de la sociedad y organismos internacionales. Las imágenes de adultos mayores siendo reprimidos con gas lacrimógeno y golpes han generado indignación. Expertos en derechos humanos advierten que la violencia desmedida contra manifestantes pacíficos vulnera principios democráticos y puede constituir un abuso de poder. La represión hacia este sector, uno de los más vulnerables ante la crisis económica, pone de manifiesto la falta de respuestas del gobierno a sus demandas y refuerza la percepción de una administración que prioriza la represión por encima del diálogo.
Reacción del gobierno: justificación y polémica
El senador centrista Martín
Loustau
declaró que los adultos mayores están sufriendo “el ajuste más cruel” llevado a cabo por
Milei
. De cada 100 pesos recortados por el ministro de Economía, Luis
Caputo
, casi 20 se originan de jubilaciones y pensiones.
El alcalde de Buenos Aires, Jorge
Macri
, catalogó la protesta como obra de “grupos violentos muy organizados”, justificando así la intervención policial. La ministra de Seguridad, Patricia
Bullrich
, fue más allá, afirmando que algunos manifestantes “estaban preparados para matar”.
Por su parte, el jefe de gabinete de
Milei
, Guillermo Francos, caracterizó la protesta como “una especie de golpe de Estado”, mientras que la herida de Grillo fue calificada como “un accidente imprevisto”.
Detenciones y cuestionamientos judiciales
Las fuerzas de seguridad arrestaron a 124 manifestantes, de los cuales 114 fueron liberados por orden judicial debido a la falta de pruebas concretas sobre los cargos formulados. Esta decisión fue criticada por el gobierno, cuyo portavoz, Manuel
Adorni
, acusó a la justicia de “fomentar la impunidad”.
El gobierno argentino criticó a la jueza Karina Andrade por ordenar la liberación de los detenidos. Andrade justificó su decisión en la defensa de derechos constitucionales fundamentales, mientras que el vocero presidencial la acusó de generar inseguridad al liberar a quienes causaron daños en la ciudad. El ministro de Justicia responsabilizó a los barras bravas por la violencia y criticó a la jueza por no investigar su participación. Se planea evaluar la conducta de Andrade ante el Consejo de la Magistratura, mientras que la ministra de Seguridad denunció que las protestas buscan desestabilizar el gobierno.
La crisis política de Milei: entre la represión, el “criptogate” y la tragedia en Bahía Blanca
Estos incidentes se produjeron en un contexto crítico para el presidente Javier
Milei
, quien enfrenta una considerable erosión política.
La oposición ha impulsado la creación de una comisión investigadora sobre el escándalo del
criptogate
, una supuesta estafa relacionada con un activo digital que podría involucrar a su hermana, Karina
Milei
. El Congreso, con el apoyo de sectores del
kirchnerismo
, el centro y la centroderecha, logró avanzar superando la resistencia oficialista para abrir una investigación. Durante la sesión en el Congreso donde se aprobó la investigación, se vivió una tensión tal que dos diputados oficialistas terminaron a golpes.
Mientras
Milei
enfrenta la crisis política por el
criptogate
, la ciudad de Bahía Blanca ha sufrido un desastre sin precedentes. Las torrenciales lluvias, que recuerdan a la tragedia causada por la Dana en España, ocasionaron inundaciones masivas, resultando en 16 muertos y miles de damnificados.
La falta de respuesta inmediata, junto con la reacción indiferente de Milei y del gobierno nacional, ha generado fuertes críticas; muchos ciudadanos reportaron que la asistencia llegó tarde y fue insuficiente. Todo esto ha reforzado la sensación de abandono en amplios sectores de la sociedad.
Anoche, cientos de argentinos hicieron resonar sus cacerolas y marcharon espontáneamente hacia la Casa Rosada, exigiendo la renuncia de
Bullrich
y
Milei
. Hoy, el país sigue en vilo ante la evolución del estado de salud de
Pablo Grillo, quien se ha convertido en un símbolo de la violencia institucional en Argentina.
Relacionado
Con Información de pagina19.cl