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La edición 2025 del Technology Vision de Accenture, presentada en enero, prevé una transformación radical en la manera en que interactuamos con la tecnología. En los próximos años, las aplicaciones convencionales serán sustituidas por ecosistemas de agentes de inteligencia artificial.
Estamos ingresando a una nueva era tecnológica, donde la inteligencia artificial generativa emerge como la principal protagonista. Según el informe 2025 de Accenture Technology Vision, la IA no solo se integra cada vez más en nuestra vida diaria, sino que su autonomía se expande, redefiniendo así la forma en que accedemos a la información y a los servicios digitales.

«Estamos viviendo una transformación tecnológica sin precedentes que posiciona a la inteligencia artificial como un motor fundamental para redefinir nuestra relación con el entorno, tanto en lo personal como en lo empresarial», expresó Ricardo Stranges, Director General de Accenture Chile.

Este informe, que se basa en entrevistas a más de 4,000 ejecutivos a nivel global y fue presentado en el CES, destaca la aparición de un “cerebro digital cognitivo”. Para los individuos, este cerebro actuaría como un copiloto o compañero que comprende su trabajo, aprende sus preferencias y se familiariza con ellos a través de sus interacciones, ayudándoles a ser versiones optimizadas de sí mismos. Para las organizaciones, funcionará como un sistema nervioso central que recopila el conocimiento colectivo de la empresa, sus diferenciadores, cultura, y tomará decisiones operativas de manera autónoma.

En este contexto, el Accenture Technology Vision 2025 señala cuatro tendencias que influirán en el desarrollo de la IA en los próximos años:

1. El Big Bang Binario:

El código binario, que fundamenta la programación, permitió eliminar la barrera del idioma entre las personas y la tecnología. Ahora nos encontramos en una nueva revolución: los modelos de IA tienen el potencial de ir más allá de la simple automatización de procesos existentes y comenzar a crear nuevos procesos, flujos de trabajo y software. Accenture denomina esta fase como el “Big Bang Binario”. En este nuevo escenario, los líderes deben comenzar a imaginar un futuro que trascienda el paradigma de las aplicaciones y que enarbolen el desarrollo de los agentes de IA.

A diferencia de las aplicaciones, que se diseñan para tareas específicas, los ecosistemas de agentes de IA facilitarán la creación de conexiones, el desarrollo de herramientas y el uso de grandes volúmenes de datos empresariales según sea necesario. Además, dado que estos sistemas están diseñados para aprender, a medida que establecen nuevos flujos de trabajo, también pueden generar rutas para futuras interacciones de los agentes. «Los ecosistemas de agentes de inteligencia artificial no solo aportan mayor eficiencia, sino que también un nivel de personalización y conexión en el entorno digital que antes parecía inalcanzable», afirmó Stranges.

Un claro ejemplo sería la aplicación de un comercio minorista que actualmente permite a los usuarios ver un catálogo de productos y sus precios. Sin embargo, con el avance de los ecosistemas de agentes, la experiencia de compra se transformará radicalmente. Algunos consumidores explorarán productos a través de reseñas detalladas, otros a través de videos interactivos, e incluso podría surgir un modelo de tienda online sin un catálogo fijo, donde una interfaz inteligente colaborará con cada usuario para diseñar artículos totalmente personalizados.

El 52% de los ejecutivos a nivel mundial estima que, en la próxima década, las personas comenzarán a utilizar más agentes de inteligencia artificial que aplicaciones para realizar actividades digitales.

2. Tu imagen en el futuro:

A medida que la inteligencia artificial se vuelva omnipresente, las empresas enfrentan el riesgo de diluir su identidad de marca. La búsqueda de una mayor difusión podría resultar en una pérdida de personalización. Para evitarlo, es crucial que las empresas entrenen a sus cerebros digitales cognitivos de IA con los valores que las hacen únicas. Los líderes deben prestar especial atención a inyectar la personalidad de la empresa en estos sistemas, o de lo contrario correrán el riesgo de perder su singularidad.

El objetivo es potenciar el aspecto creativo de la IA. Tomemos el caso de una aseguradora: si programamos a un agente para que responda automáticamente con un mensaje estándar como «Hemos recibido tu consulta, te contactaremos pronto», es probable que el cliente pierda interés. En lugar de eso, si la IA personaliza la respuesta, utilizando el nombre del cliente y proporcionando información relevante, no solo mejoramos su experiencia, sino que también fortalecemos su lealtad.

El 76% de los ejecutivos cree que la IA Generativa les ayudará a conocer mejor a sus consumidores.

3. La evolución de los robots:

La IA generativa se está trasladando al ámbito físico, y los robots comienzan a mostrar razonamiento y autonomía. Anteriormente, los robots carecían de capacidad de «pensar»; realizaban tareas repetitivas de manera rígida. Esta falta de habilidad para navegar o razonar en un entorno ocupado por personas limitaba su aplicación a entornos controlados como fábricas y almacenes, manteniéndolos lejos del público general.

Sin embargo, esos límites están desapareciendo. Hay tres avances clave que estamos observando en la robótica: primero, ya no solo reconocen objetos, sino que los entienden. Segundo, la comunicación de las máquinas se está acercando al lenguaje natural, facilitando que cualquiera pueda interactuar con ellas. Tercero, los robots solían tener acciones muy limitadas, ya que cada movimiento necesitaba ser programado con precisión. «La rápida evolución de la inteligencia de las máquinas brinda a las empresas una oportunidad sin precedentes para reinventar sus operaciones en el mundo físico, estableciendo conexiones más profundas y efectivas con las personas y sus necesidades», señaló Ricardo Stranges.

Esta evolución les está otorgando una mayor autonomía. Se están desarrollando robots generalistas que ahora pueden desenvolverse en entornos cambiantes, realizar trabajos complejos y no predecibles, y aprender nuevas habilidades.

Es el momento de comenzar a edificar el futuro de la robótica. A medida que estos robots generalistas aprenden a moverse en nuevos entornos, conectarse con las personas y «pensar» de forma autónoma, su alcance e impacto crecerán rápidamente. Los robots están a punto de adentrarse en lugares inexplorados, y es responsabilidad de los líderes replantear sus estrategias empresariales para este “nuevo mundo”.

El 62% de los ejecutivos a nivel mundial concibe que los robots generalistas serán fundamentales para redefinir los procesos operativos en sus organizaciones en los próximos cinco años.

4. El nuevo ciclo de aprendizaje:

A medida que las empresas aprecian las crecientes capacidades de la IA generativa, pueden sentirse tentadas a abordarla de forma similar a las tecnologías de automatización del pasado. Sin embargo, la singularidad de la IA generativa reside en que es una tecnología dinámica que se vuelve más útil y eficiente cuanto más se utiliza.

Si se gestiona adecuadamente, los líderes pueden establecer un círculo virtuoso entre las personas y la IA: cuanto más se utilice la IA, más precisa se volverá la tecnología y, por lo tanto, más personas querrán adoptarla.

Un ejemplo de esta evolución son los copilotos de IA en el mundo físico. No todas las automatizaciones se limitan al ámbito digital; muchas transformarán el entorno físico. Estos copilotos, como robots o exoesqueletos, llevarán la autonomía a un nuevo nivel ayudando a las personas en diversas tareas o actuando en su nombre. Por ejemplo, ya existen exoesqueletos que permiten a los trabajadores levantar cargas pesadas con mayor facilidad y seguridad.

El 45% de las empresas a nivel mundial afirma que adoptará copilotos de IA físicos dentro de los próximos 5 a 10 años para asistir a sus empleados en la realización de tareas.

La importancia del uso responsable

Con cada empresa reinventándose en el contexto de la proliferación de la IA, la tecnología no puede ser el único foco. Aprovechar los beneficios de la IA solo será viable si se construye sobre una base de confianza, lo cual debe ser la prioridad principal de cada líder.

Un ejemplo ilustrativo es el de la robótica y la privacidad de datos. Existen estándar establecidos, como la autorización necesaria para la recopilación de datos. Sin embargo, ¿qué ocurre cuando un robot, que depende de sensores de audio y visuales para navegar, sale al entorno y comienza a recolectar constantemente información sobre su entorno? ¿Cómo se administrará la interacción de estas máquinas con las normativas de privacidad digital o con el derecho a grabar o filmar en público sin consentimiento? Si los datos deben almacenarse localmente, se limitará la capacidad de aprendizaje y evolución de las máquinas. Por otro lado, permitir la recopilación de datos podría generar responsabilidades legales que algunas empresas preferirían evitar.

Por lo tanto, es esencial que, a medida que las organizaciones adopten la inteligencia artificial, implementen políticas y protocolos estrictos para garantizar su uso responsable.

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Con Información de hoysantiago.cl

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