El presidente ruso, Vladímir Putin, ha optado por no asistir a la cumbre programada para este jueves en Estambul con el líder ucraniano, Volodímir Zelenski. Esta decisión ha frustrado las expectativas internacionales sobre un posible avance en las negociaciones de paz. En su lugar, el Kremlin ha enviado una delegación liderada por su asesor cultural, Vladímir Medinski, quien ya había encabezado un intento fallido de negociación en marzo de 2022.
La participación de Ucrania todavía no está confirmada y dependerá de la decisión de Zelenski, quien planeaba reunirse en Ankara con el presidente turco y mediador, Recep Tayyip Erdogan. La posibilidad de un encuentro directo entre los presidentes de Rusia y Ucrania se mantenía en duda, dado que Putin nunca había asegurado su presencia. Su ausencia fue vista como evasiva, ya que había propuesto reanudar las conversaciones, pero sin aceptar el alto el fuego de 30 días solicitado por Kiev y diversos países europeos.
Por su parte, Zelenski expresó su disposición al diálogo «en cualquier formato» y recibió el apoyo del expresidente estadounidense Donald Trump, quien se ofreció a participar en un eventual encuentro para facilitar un cese de hostilidades. El líder ucraniano consideró esta oferta como un «gran apoyo», mientras que el Kremlin respondió que Putin está “muy ocupado con los problemas en Oriente Medio”.
A la par, la Unión Europea aprobó un nuevo paquete de sanciones dirigidas a los sectores bancario y energético de Rusia, que entrará en vigor si el Kremlin no acepta un alto el fuego como primer paso hacia la paz.
Desde el último encuentro entre ambos líderes en diciembre de 2019 en París, mediado por Francia y Alemania, las posturas se han mantenido irreconciliables, especialmente en lo que respecta a la situación en el Donbás.
La delegación rusa que ha viajado a Estambul incluye, además de Medinski, al viceministro de Exteriores Mijaíl Galuzin, al viceministro de Defensa Alexandr Fomin y al jefe del principal departamento del Estado Mayor, Ígor Kostiukov. El asesor del Kremlin, Yuri Ushakov, mencionó que la comitiva abordará «asuntos políticos» y «cuestiones técnicas».
Mientras tanto, la presión internacional para reanudar el diálogo sigue en aumento. El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, hizo una escala en Moscú de regreso de Pekín con el objetivo de persuadir a Putin, pero no fue recibido en persona y tuvo que conformarse con una llamada telefónica. Según el Kremlin, Lula transmitió el apoyo de Brasil y China a la reanudación de las negociaciones y ofreció su mediación.
El papa León XIV también se unió a los llamados por la paz, instando a los líderes mundiales a sentarse a negociar. “La guerra nunca es inevitable, las armas pueden y deben callar”, afirmó el pontífice estadounidense-peruano durante su discurso a las Iglesias orientales, señalando que la Santa Sede está dispuesta a acoger un encuentro entre las partes en conflicto.
Con Información de hoysantiago.cl