El próximo sábado 5 de abril, Chile finalizará el horario de verano e iniciará el horario de invierno. Desde la medianoche, la mayoría de los relojes en el país deberán atrasarse una hora.
No obstante, las regiones de Aysén y Magallanes, junto con la Antártica Chilena, mantendrán su huso horario sin cambios, conservando así el horario de verano de forma permanente. Esta decisión se tomó tras una consulta ciudadana en Aysén, donde un 94% de los votantes optó por conservar el horario actual.
El alcalde de Coyhaique, Carlos Gatica, destacó la decisión, subrayando sus beneficios: “Aumenta la sensación de seguridad, ya que la gente sale de sus trabajos y colegios con luz natural». También agregó que esto proporciona más tiempo para actividades recreativas, lo que tiene un impacto positivo en la salud mental de la comunidad. Gatica recordó que esta solicitud se presentó en 2022 y fue aceptada por el Gobierno en 2024.
Efectos en la salud y el descanso
El cambio de hora tiene repercusiones en los hábitos de sueño. El neurobiólogo John Ewer, profesor en la Universidad de Valparaíso, explicó que este ajuste provoca una “disrupción” en los ritmos circadianos, aunque mencionó un posible beneficio: “El sol saldrá más temprano y se podrá dormir una hora más. Esto ayudará a disminuir la deuda de sueño”.
Desde Congreso Futuro se sugiere permanecer en horario de invierno durante todo el año para evitar efectos adversos. Guido Girardi, médico y vicepresidente de la Fundación Encuentros del Futuro, alertó que los cambios de horario y el uso excesivo de pantallas aumentan el estrés, la depresión y el riesgo de autolesiones.
Aspectos técnicos del cambio
Chile pasará de su actual huso horario UTC-3 a UTC-4. En el territorio insular occidental (Isla de Pascua e Isla Salas y Gómez), el ajuste se llevará a cabo a las 22:00 horas del sábado 5 de abril. En el resto del país, la modificación se realizará a las 00:00 horas, retrocediendo los relojes hasta las 23:00 horas del mismo día.
Con Información de hoysantiago.cl