Querido compañero, querida compañera, te estoy leyendo y siento la necesidad de pedirte disculpas.
Tanto a ti como a tus padres, porque no logramos cumplir con el anhelo de vivir en un país democrático, donde los derechos fueran accesibles para todos.
A ti y a tus padres, pues durante los mil días del gobierno de Allende perdimos más tiempo en disputas internas que en construir las bases necesarias para transformar el sistema de privilegios y otorgar derechos al trabajador y su familia.
A ti y a tus padres, porque hicimos que soñaran al decidir venir a estas tierras, cuando podrían haber optado por países más desarrollados.
A ti y a tus padres, porque aún no he saldado la deuda que tengo desde el momento en que tuve que elegir a dónde huir de la dictadura.
A ti y a tus padres, ya que les debo una carrera, una gran compañera, dos hijos y cuatro nietos.
A ti y a tus padres, porque estas lágrimas de anciano fluyen solas al darme cuenta de que mi sufrimiento no se compara con el tuyo.
La entrada Memorias de infancia y exilio de niños y niñas brasileños se publicó primero en Página 19.
Con Información de pagina19.cl