Con el inicio de marzo se da el pistoletazo de salida a la temporada de mentiras, ataques al gobierno y al que podría ser su adversario en las elecciones presidenciales y parlamentarias. La ex alcaldesa Evelyn Matthei fue la encargada de abrir esta jornada, quizás por la ansiedad que le genera la falta de unidad con el ala más radical de su sector. Así, inauguró un discurso desafiante y agresivo, imitando, en cierta medida, el estilo del presidente Milei. Su objetivo: arrebatar respaldo a José Antonio Kast y Johannes Kaiser, quienes se han negado a participar en la primaria que Matthei anhela.
Varias veces, Matthei ha convocado a sus antiguos aliados –republicanos y libertarios– a llevar a cabo una primaria amplia, con la intención de repetir los más de 60 puntos que su sector obtuvo en el plebiscito que perdió el oficialismo. Sin embargo, le han respondido que no, que se encontrarán en la segunda vuelta, donde esperan que ella y su equipo respalden al candidato que llegue a esa fase. Este contexto desmiente a Chile Vamos, que sostiene que su falta de unidad le facilita el triunfo a la izquierda.
Al ser consultado sobre las declaraciones de Chile Vamos y Matthei, Kast destacó: “para nada, porque la derecha tiene la opción de manifestar sus propuestas ante el público y nadie ganará en primera vuelta (…) Me gustaría aclarar que esa noción de que esto debilita a la derecha proviene de quienes se sienten más nerviosos; la realidad es que la derecha no se debilita si llegamos a la segunda vuelta”.
“Percibo un nivel de nerviosismo en Chile Vamos y en Evelyn Matthei al observar cómo dos candidatos de derecha comienzan a posicionarse según las encuestas. A nosotros no nos inquietan las encuestas, pero parece que a otros les ocasionan un poco más de ansiedad”, añadió el dirigente republicano.
Kast también subrayó que su partido no formará parte de una única lista con Chile Vamos para las elecciones parlamentarias. Esto explica el nerviosismo y la preocupación de Matthei y su equipo.
¿Qué entiende Matthei por «grasa»?
Un claro ejemplo de los engaños que nos esperan este año fue proporcionado por Matthei durante una entrevista el domingo pasado con un medio de derecha. En un enfoque similar al de Milei, anunció sus planes para recortar gastos del Estado. Aseguró que “ya tenemos a varias personas revisando los recortes en cada ministerio, y esos individuos ya están trabajando. Es fundamental que estos recortes no afecten el gasto social, que es crucial, ya que aquellos que critiquen dirán que se están cortando pensiones. Esto se trata de eliminar “grasa”. En este gobierno, han ingresado 100,000 nuevos funcionarios, lo que representa al menos 1,000 millones de dólares al año. Por lo tanto, hay mucho donde reducir”.
Entonces, ¿dónde está la falacia de la candidata de la derecha? En primer lugar, anuncia un recorte fiscal asegurando que no afectará a las políticas sociales. La “grasa” se refiere a esos supuestos 100,000 funcionarios que llegarían al Estado y que serían despedidos, supuestamente ahorrando mil millones de dólares al año. “Al menos eso”, afirmó.
Sin embargo, lo que no menciona ni sus seguidores es que el 60 por ciento de esos funcionarios considerados “grasa” por Matthei corresponden a trabajadores contratados por los municipios, además de personal de servicios locales de educación y salud. En una columna de la Directora de Presupuesto publicada en El Mercurio se aclara que no son 100,000 nuevos empleos, sino 26,000, vinculados a la educación y salud.
Ansias de unidad
Los ataques y mentiras contra el oficialismo continuarán. Este mes estará lleno de incertidumbres antes de que se registren oficialmente las candidaturas presidenciales. Hay inquietud en el oficialismo y en las derechas, aunque aquí la situación parece un poco más clara: ni Kaiser ni Kast están dispuestos a una primaria amplia. Lo han declarado repetidamente. Sin embargo, Matthei continúa insistiendo, buscando acercamientos tanto en su discurso como en sus promesas hacia republicanos y libertarios.
Ella busca, casi desesperadamente, la unidad, asumiendo que Ximena Rincón, de Demócratas, los Amarillos y los Socialcristianos –que no cuentan con gran influencia en las votaciones– se unirán a ellos. Aunque ha ignorado las declaraciones de los Demócratas en cuanto a que no desean una alianza con Kaiser y Kast. Lo que realmente le interesa son ellos, el ala más radical de la derecha, que pueden aportarle votos.
Cuando se le interrogó sobre la amplia coalición que busca formar, manifestó: “Demócratas, Amarillos, Socialcristianos. Por supuesto, Chile Vamos, libertarios, republicanos, ya que si observamos los principales problemas actuales, como la seguridad, la inmigración, el sistema carcelario y el crecimiento, no tenemos tantas diferencias o casi ninguna. Desde la creación de empleo hasta la permisología, estamos todos a la par. Ante la crisis que enfrentamos hoy y la postura de estos partidos, en realidad, no hay grandes diferencias”.
Unidad demostrada en el progresismo
En contraste, el progresismo está mostrando una realidad distinta. La presidenta del Partido Socialista de Chile y senadora por la Región del Maule, Paulina Vodanovic, declaró que a diferencia de las derechas, “hemos demostrado que podemos construir unidad”, refiriéndose no únicamente a los logros en las últimas elecciones municipales, sino también a la aprobación de la reforma previsional. Destacó que la derecha tiene numerosos nombres, pero carece de un proyecto político, algo en lo que el progresismo está trabajando colectivamente, incluidas las bases de la DC.
Sin embargo, también hay nerviosismo en algunos sectores del oficialismo. Cualquiera que sea la respuesta, el panorama del progresismo cambiará drásticamente una vez que la ex Presidenta Michelle Bachelet se pronuncie sobre una posible tercera candidatura. A pesar de que ha negado repetidamente su intención, su nombre sigue surgiendo en las encuestas como un competidor frente a Matthei, quien ha permanecido estancada en las mediciones.
Por su parte, el progresismo se encuentra en la labor de construir su acuerdo programático, el cual será la bandera de la o el candidato que elijan el 29 de junio en las primarias.
Preparativos de ataque
En el oficialismo ya se barajan varios nombres. Se habla de que la actual Ministra del Interior, Carolina Tohá, podría ser una posible candidata a la presidencia y que se estaría preparando para dejar su cargo y centrarse en su campaña. No hay dudas, ni en la derecha, acerca de las habilidades de Tohá para enfrentar tal reto; tampoco hay dudas sobre los ataques que recibirá si decide lanzarse a la competición.
Basta recordar lo que dijo Juan Antonio Coloma, secretario general de la UDI, al ser preguntado sobre esta posibilidad: “Carolina Tohá, si decide postular, deberá asumir la carga de haber sido ministra del Interior en un gobierno con los peores índices de seguridad en nuestro país”.
La reacción del gobierno no se hizo esperar. La ministra vocera subrogante, Aisén Etcheverry, resaltó que lo primero que hay que hacer es mirar las cifras. “Nosotros heredamos un país con la delincuencia desbordada, donde las fuerzas policiales no contaban con vehículos adecuados ni en buenas condiciones para enfrentarlo, y donde las fronteras estaban fuera de control. Este gobierno ha aprobado más de 60 leyes, ha incrementado en más del 15% el financiamiento en materia de seguridad y ha proporcionado mejores herramientas a las policías”.
Afirmó que han llevado a cabo “una serie de acciones sin precedentes, y el resultado ha sido contener el aumento de homicidios. Aunque hay mucho por hacer, lograr contener este incremento es sumamente complicado, y eso se ha logrado”. Subrayó que cada vez que ocurren actos violentos, el gobierno actúa “fortaleciendo la institucionalidad y priorizando el presupuesto. Es esencial que, en este periodo electoral, seamos honestos y rigurosos al abordar temas relevantes para la ciudadanía”.
Reconoció que “hay desafíos aún pendientes en materia de seguridad” que justifican la priorización durante estos años, manteniendo su atención en este ámbito. “El hecho de que existan desafíos no implica que se pueda ignorar, como se ha hecho en alguna declaración, todos los avances obtenidos”.
Recordó a la oposición que “los datos son públicos y auditables; nuestras afirmaciones se respaldan en datos, lo cual es responsable en un país que aspira a avanzar y mejorar la calidad de vida de las personas”. Les pidió a las derechas “ser muy rigurosos” en sus críticas, que son siempre bienvenidas, “pero deben basarse en evidencia y aportar soluciones realmente efectivas para mejorar la calidad de vida de la ciudadanía”.
A la luz del tono que ha adoptado la oposición, se comprende la inquietud expresada por el Presidente, quien mencionó que parece haber sectores dentro de la derecha que no desean lo mejor para el país. Solo hay que escuchar o leer su negatividad frente a cualquier medida impulsada por el gobierno.
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