Más de 123 millones de personas en el mundo se encuentran desplazadas, según datos de ACNUR.

El número de personas desplazadas en el mundo por la guerra, la violencia y la persecución ha superado los 123 millones, según un informe de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR). Esta cifra ha sido calificada por la agencia como «insostenible», especialmente ante la disminución de los recursos destinados a la ayuda humanitaria.

En su informe anual sobre tendencias globales, ACNUR ha señalado un incremento desde los 120 millones de desplazados reportados a inicios de 2024, lo que confirma una tendencia al alza que ha persistido en la última década.

Los principales factores que están detrás de estos desplazamientos incluyen conflictos armados significativos, como los de Sudán, Birmania y Ucrania, además de la dificultad para poner fin a los combates. Sin embargo, se han registrado avances en algunos casos, como en Siria, donde más de un millón de personas han regresado tras el término del conflicto.

Filippo Grandi, Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, ha afirmado que «nos encontramos en un periodo de gran volatilidad en las relaciones internacionales, donde los conflictos contemporáneos crean un entorno frágil y lleno de sufrimiento humano». Por este motivo, ha subrayado la necesidad de «intensificar nuestros esfuerzos para promover la paz y encontrar soluciones duraderas para los refugiados y quienes se ven obligados a abandonar sus hogares».

Dentro del total de desplazados, se incluyen 73,5 millones de personas desplazadas internamente, un aumento de 6,3 millones en el último año, así como 42,7 millones de refugiados que han huido de sus países.

Sudán, con 14,3 millones de personas desplazadas, se ha convertido en el país con el mayor número de desplazados, superando a Siria (13,5 millones), seguido de Afganistán (10,3 millones) y Ucrania (8,8 millones).

En total, se estima que hay alrededor de 30,9 millones de refugiados y 8,3 millones de solicitantes de asilo, de los cuales 5,9 millones son palestinos.

Países de acogida

El informe también destaca que, a pesar de la percepción generalizada, el 67 por ciento de los refugiados se queda en países vecinos, siendo estos de renta baja y media los que hospedan al 73 por ciento de los refugiados globales. De hecho, el 60 por ciento de las personas desplazadas no cruzan las fronteras de su país.

Aunque el número de desplazados ha casi duplicado en la última década, la financiación de ACNUR se ha mantenido al mismo nivel que en 2015, debido a los recortes en la ayuda humanitaria. Esta situación es insostenible y aumenta la vulnerabilidad de los refugiados.

Grandi ha mencionado que, a pesar de los recortes, ha habido algunos signos de esperanza en los últimos seis meses. Casi dos millones de sirios han podido regresar a sus hogares después de más de diez años de desplazamiento, aunque el país sigue siendo frágil y necesita apoyo para la reconstrucción.

En total, 9,8 millones de desplazados regresaron a sus hogares en 2024, incluidos 1,6 millones de refugiados y 8,2 millones de desplazados internos, un número que es el segundo más alto registrado.

Sin embargo, muchos regresos se realizaron en contextos de inseguridad. Por ejemplo, un número considerable de afganos se vio obligado a regresar en 2024 en «condiciones desesperadas». En lugares como la República Democrática del Congo, Birmania y Sudán del Sur, también se produjeron nuevos desplazamientos a pesar de los retornos.

El informe hace un llamado a continuar la financiación de los programas de ACNUR para «salvar vidas, ayudar a los refugiados a regresar a sus hogares y fortalecer las infraestructuras y los servicios en las comunidades que brindan acogida».

«Fracaso diplomático»

Jan Egeland, secretario general del Consejo Noruego para Refugiados (NRC), ha advertido que el mundo «está en crisis». En 2024, el elevado número de desplazados demuestra la incapacidad de proteger a las familias de la violencia.

Tal como expresó, hay un «fracaso global en la diplomacia» para resolver conflictos y proteger a la población civil. El número de desplazados ha aumentado tres veces desde 2011, reflejando una grave crisis en la gobernanza y protección civil global.

De continuar así, la violencia se ampliará y las comunidades se desintegrarán. Egeland enfatizó que estas cifras deben servir como una «llamada de atención» a la comunidad internacional y a los «líderes políticos y militares» en el mundo.

A pesar del sufrimiento de las personas desplazadas, muchos países están realizando recortes drásticos en la asistencia humanitaria. La xenofobia y el nacionalismo están en aumento, y algunos donantes generosos se están volviendo más reticentes.

«Los gobiernos están invirtiendo más en armamento en lugar de ayudar a los refugiados o a los vulnerables. Los presupuestos de asistencia humanitaria están cayendo drásticamente. Estamos dispuestos a hacer más con menos, pero esto no es una solución sostenible a largo plazo», concluyó.

Con Información de www.elperiodista.cl

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