Según el Catastro Nacional de Campamentos 2024-2025 elaborado por TECHO-Chile, actualmente 120.584 familias residen en 1.428 campamentos en todo Chile. Esta cifra representa el máximo histórico desde 1996 y muestra un aumento del 10,6% en comparación con el estudio anterior, reflejando una alarmante tendencia al alza que persiste a pesar de las políticas recientes y de los cambios provocados por la pandemia y el estallido social.
Según un informe de CNN Chile, los campamentos son el único elemento del déficit habitacional que sigue aumentando de manera continua, a diferencia de otras realidades como el allegamiento, las viviendas irrecuperables o el hacinamiento, que han mostrado signos de estabilización o disminución.
Un dato relevante del catastro es que, a pesar de que el 65% de los campamentos dispone de un objetivo de solución habitacional definido y el 78% tiene estructuras internas organizadas, solo un 4% cuenta con un proyecto habitacional colectivo en marcha. Esto revela una desconexión significativa entre la intención comunitaria y la capacidad de respuesta del Estado.
Además, más del 35% de las familias llevan al menos 14 años viviendo en campamentos, lo que contradice su finalidad inicial como espacios temporales.
La situación se complica con el aumento de las amenazas de desalojo: 229 campamentos están actualmente bajo aviso formal o informal de desalojo, lo que afecta a más de 43.500 familias, muchas de las cuales carecen de alternativas habitacionales. Según TECHO, estas acciones no resuelven el déficit, sino que redistribuyen y profundizan la precariedad, ya que las familias terminan en situaciones de allegamiento, en otros campamentos o incluso en la calle.
El informe también destaca la necesidad de implementar una estrategia interministerial e integral que no se limite a la acción estatal en lo habitacional, sino que abarque servicios sociales, seguridad y planificación urbana. Actualmente, el 70% de los instrumentos reguladores en comunas con campamentos no se actualizan desde hace más de 10 años, lo que dificulta la planificación de soluciones estructurales.
Ante esta situación, TECHO-Chile propone ajustar los programas de arriendo, diversificar las soluciones habitacionales, potenciar el Plan de Emergencia Habitacional y reconsiderar el programa de Asentamientos Precarios.
Asimismo, el organismo enfatiza la importancia de incluir zonas para vivienda social en los Planes Reguladores Comunales, a fin de evitar que más familias caigan en situaciones extremas.
Fuente: CNN Chile
Con Información de hoysantiago.cl