Líderes europeos confirman a Zelenski la perspectiva de integración de Ucrania en la Unión Europea.

Los líderes europeos que visitaron Kiev este lunes para mostrar su apoyo en el aniversario de la invasión rusa han reafirmado su compromiso para que Ucrania se una a la Unión Europea. Este esfuerzo conjunto busca fortalecer un objetivo a medio plazo, aunque han considerado prematuro abordar las propuestas de varios gobiernos sobre el despliegue de tropas occidentales en el país.

Ucrania ya tiene el estatus de país candidato a la UE, pero este proceso carece de plazos definidos y depende de diversas reformas y capítulos que deben ser aprobados por Bruselas. El presidente lituano, Gitanas Nauseda, instó a «acelerar» este proceso y sugirió el 1 de enero de 2030 como una fecha límite, considerando que esto implicaría comenzar «en las próximas semanas» con los primeros capítulos.

Durante una rueda de prensa, junto a otros líderes en una conferencia de ayuda en Kiev, y en presencia del presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, así como de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, y el presidente del Consejo, António Costa, Nauseda destacó que todo depende de la «voluntad política», incluida la del bloque comunitario.

Von der Leyen, quien viajó a Kiev acompañada por casi todo su Colegio de Comisarios, expresó su «impresión» por el ritmo de las reformas en Ucrania, teniendo en cuenta que el país «está librando una guerra por su existencia». Costa también enfatizó que Ucrania está «rompiendo moldes» en este proceso.

Sin embargo, recalcaron que el proceso de adhesión se basa en méritos y requisitos, lo que sugiere que no se puede otorgar un trato preferencial a Kiev. La presidenta de la Comisión Europea insinuó que, si se estableciera una fecha límite, «inmediatamente» otros países querrían un calendario similar, aunque, ante la pregunta sobre las palabras de Nauseda, reconoció que, al ritmo actual, es posible que Ucrania se una a la UE «incluso antes».

UNIDAD EUROPEA

La cumbre del lunes también mostró una imagen de consenso y unidad, en medio del debate sobre las posibles negociaciones de paz. Todos los asistentes coincidieron en que tanto Ucrania como Europa deben participar en el proceso que el nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, busca impulsar, tras una reunión de deshielo bilateral con Moscú la semana anterior, sin incluir a Kiev.

Costa, quien ha convocado una cumbre extraordinaria de líderes para el 6 de marzo centrada en Ucrania, expresó que aunque la UE reconoce los esfuerzos de Trump y espera que faciliten un diálogo «real», enfatizó que «solo Ucrania puede decidir cuándo están dadas las condiciones para iniciar estas negociaciones».

Además, destacó que, dado que la guerra repercute en la seguridad de todo el continente, es «necesario» que Europa asuma un papel, incluso si eso significa incluir a otros actores como Reino Unido y Noruega, más allá de la UE.

Zelenski advirtió que el futuro de todo el continente está en juego en Ucrania, especialmente para los países del este de Europa o vecinos de Rusia que Moscú desea seguir influyendo. Expresó su preocupación por lo que podría suceder «si Ucrania cae», un temor que ha intensificado la movilización política en los países bálticos y nórdicos.

Este sentimiento también resuena en Canadá, donde el primer ministro, Justin Trudeau, comentó desde Kiev que las fuerzas ucranianas están luchando por valores compartidos como «la soberanía, la independencia y la integridad territorial», principios fundamentales que deben unir a todos. «Debemos estar unidos en torno a nuestros valores», enfatizó en una declaración final, recordando que «el poder no es lo que determina la razón».

DESPLIEGUE DE TROPAS

Pese a ello, los asistentes decidieron no profundizar en el debate sobre un posible despliegue de un contingente de paz, una idea planteada por líderes como el francés Emmanuel Macron y el británico Keir Starmer. Zelenski anticipó que cualquier negociación se llevaría a cabo «a puerta cerrada» –»para que los rusos no estén preparados», añadió–.

El presidente lituano coincidió en que este es un debate prematuro, en parte porque se debe aclarar el mandato de tal misión y cómo actuaría en caso de una ruptura del alto el fuego, mientras que el presidente de Finlandia, Alexander Stubb, subrayó la necesidad de no perder de vista el objetivo principal: apoyar a las fuerzas ucranianas, que «son realmente las tropas en el terreno».

Por su parte, la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, no descartó ninguna opción, pero subrayó que lo más importante a corto plazo es proporcionar a Ucrania «lo que necesita». De manera similar, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, declaró que hay que avanzar «paso a paso», abogando por esperar a unas «auténticas negociaciones de paz».

Con Información de www.elperiodista.cl

Publicidad

Comparte:

Popular

Relacionado
Relacionado