La presencia prolongada del fenómeno de La Niña se consolida.

Raúl Valenzuela, académico del Instituto de Ciencias de la Ingeniería de la Universidad de O’Higgins (UOH), ha señalado que el fenómeno de La Niña tendrá una intensidad reducida durante este verano. El especialista aclara que, a pesar de la anomalía negativa en las temperaturas, estas se encuentran cercanas a valores neutrales. «Para el verano de 2025, esto podría resultar en lluvias por debajo del promedio climatológico en la zona sur y austral de Chile, y en temperaturas superiores a lo normal para la región central», explica.

La Niña es parte del fenómeno conocido como El Niño Oscilación del Sur (ENOS), que se refiere a las variaciones en la temperatura del océano en el Pacífico ecuatorial. Cuando la temperatura del mar en esta área excede un umbral climatológico, es decir, se encuentra más caliente de lo habitual, estamos en una fase de El Niño; por el contrario, si la temperatura desciende, estamos en un periodo de La Niña.

El académico indica que, en la actualidad, la temperatura está en un estado que se sitúa entre La Niña y El Niño.

¿Y qué sucederá en invierno?

Raúl Valenzuela explica que el pronóstico de precipitación y temperatura para el invierno de 2025 es más incierto. «Los modelos climáticos aún no poseen la capacidad de realizar proyecciones con la precisión deseada. Sin embargo, se anticipa un aumento en la probabilidad de condiciones neutras, lo que debería resultar en precipitaciones y temperaturas dentro de los rangos climatológicos», indica.

Sobre la sequía

En relación a la posibilidad de entrar en un nuevo ciclo de megasequía vinculado al fenómeno de La Niña, el académico aclara que no es posible afirmarlo en este momento, ya que depende de datos de precipitación que deben ser observados durante varios años. «No obstante, la tendencia hacia una disminución de precipitaciones hacia fines del siglo sigue apareciendo en las proyecciones climáticas. Hasta el año 2022, la megasequía fue un patrón extraordinario que no necesariamente está asociado a una tendencia a largo plazo relacionada con el cambio climático inducido por el ser humano», concluye.

Con Información de www.elperiodista.cl

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