La exposición ‘El oasis de la impunidad’ se reabrirá en Matucana 100 el 13 de marzo.

En el escenario, ocho cuerpos se desplazan con movimientos enigmáticos. ¿Están marchando, entrenando o celebrando? No resulta evidente si sus gestos expresan sufrimiento o alegría, orgullo o temor. Juntos forman un cuerpo de seguridad, un organismo mecánico y convulso conformado por cuerpos que exhiben una estricta disciplina. Esta performance es parte de la obra «El oasis de la impunidad», una dirección del reconocido Marco Layera que regresa a Matucana 100 el 13 de marzo.

La obra reflexiona sobre los abusos policiales que se experimentaron en las calles durante y después del estallido social. Su origen se relaciona con las variadas expresiones que emergieron en las calles en esos momentos de convulsión social.

Según las palabras de Layera, quedó gratamente sorprendido por la «fuerza performática de lo que sucedía en la calle.» Se sentía impactado y constantemente reflexionaba sobre cómo el teatro podría captar ese poder o fuerza catártica y el sentimiento que todos vivimos en la calle.

El concepto inicial de este montaje fue reducir o eliminar el uso de texto, focalizándose en el movimiento corporal, de modo que la palabra no fuera el elemento central que organizara la escena. Como afirma Marco, “después del 18 de octubre, se cayeron las máscaras, todos nos desenmascaramos. Todos sabemos quién es quién y ya no son necesarias las palabras.”

En relación con los hechos de violencia estatal durante la revuelta popular y las reflexiones que guiaron esta creación, el director comenta: “Es tiempo de cuestionar por qué somos un país tan amnésico, y creo que por esto también surge ‘El oasis de la impunidad’. Hemos vuelto a darnos cuenta de que somos un reino de impunidad y injusticia, ya que aún no hay responsabilidades por las graves violaciones a los derechos humanos ocurridas en octubre, ni hay reparaciones.”

Respecto a la puesta en escena, el director explica que “no buscamos trasladar de manera literal lo que ocurre en la calle a un escenario, ni reproducir sus recursos semióticos, ya que eso nos parece éticamente y estéticamente inapropiado. La fuerza de lo que ocurre en la calle presenta un desafío para nosotros como creadores, obligándonos a cuestionar nuestra forma de trabajo, nuestro lenguaje y estética.”

SU ESTRENO EN ALEMANIA

La obra se estrenó en Múnich y Berlín, Alemania. Las entradas para sus cuatro funciones en Berlín se agotaron en un solo día, lo que refleja la internacionalización del trabajo de La Re-sentida.