Investigación sobre el uso de borra de café como posible tratamiento para el Alzheimer.

La Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV) avanza en la investigación sobre el tratamiento del Alzheimer mediante un innovador proyecto Fondecyt Postdoctoral. Este proyecto tiene como objetivo desarrollar un ingrediente activo a partir de la borra de café que podría ayudar a revertir los efectos de esta enfermedad neurodegenerativa.

El estudio titulado “Rol clave de los fitoquímicos en el envejecimiento saludable: explorando el potencial neuroprotector de compuestos fenólicos en la enfermedad de Alzheimer como potencial principio activo de nutracéuticos”, pertenece a una línea de investigación más amplia en la PUCV, cuya meta es evaluar el impacto del café en la prevención y tratamiento de esta afección.

Alejandra Arancibia, quien lidera el proyecto y es investigadora en la Escuela de Ingeniería Bioquímica, comentó que la investigación se llevará a cabo en un plazo de tres años y tiene como propósito analizar las interacciones celulares para comprender el mecanismo mediante el cual los extractos de borra de café podrían frenar el avance del Alzheimer. Se busca generar un ingrediente activo que podría servir como suplemento alimenticio y, a mediano plazo, como un medicamento.

“Al considerarlo un ingrediente activo, no limitamos nuestra perspectiva al ámbito farmacéutico. Dado que es un proyecto interdisciplinario, podemos explorar también el sector alimentario y nutracéutico. Por ejemplo, se podría emplear como un aditivo en sopas o compotas, lo que facilitaría su implementación y reduciría las barreras regulatorias, aunque siempre aspiramos a desarrollar un fármaco basado en los hallazgos de la investigación”, explicó.

COLESTEROL Y ALZHEIMER

Se ha establecido una relación entre los altos niveles de colesterol y un incremento en el riesgo de desarrollar Alzheimer. Cuando el colesterol en el cuerpo se eleva significativamente, el hígado inicia un proceso de oxidación para hacerlo más soluble en sangre y eliminarlo a través de la orina. Este colesterol oxidado, conocido como 27-Hidroxycolesterol, puede atravesar la barrera hematoencefálica, que protege al cerebro de sustancias nocivas, y afecta a las neuronas.

El colesterol oxidado en las neuronas provoca la producción de péptidos neurotóxicos β-amiloides, que se liberan y se agrupan en los espacios entre neuronas, formando placas seniles. Estas placas afectan la capacidad de las células para realizar sinapsis, lo que contribuye a la pérdida de memoria, un síntoma característico del Alzheimer.

El proyecto de Arancibia también incluye el cultivo de células neuronales derivadas de neuroblastomas humanos (SH-SY5Y), que simulan el tejido de la corteza cerebral. Cuando se alcanza una cantidad adecuada de estas células, se les introduce colesterol oxidado para inducir la enfermedad. Tras un periodo de observación, se añade un extracto de borra de café, previamente tratado y purificado, antes de que se forme la placa senil.

“Realizamos pruebas donde cultivamos las neuronas, confirmamos que producen el péptido neurotóxico, y al añadir el extracto de borra de café purificado, observamos que podíamos reducir su presencia en un 60% en comparación con el control. Esto nos lleva a investigar cómo actúa el extracto para lograr esa respuesta. Es sorprendente pensar que un compuesto que hasta ahora se consideraba un residuo de la industria podría tener un impacto significativo en una enfermedad que se ha convertido en una crisis en la tercera edad”, afirmó la investigadora.

El Alzheimer afecta a aproximadamente 47 millones de personas en todo el mundo. “De los diagnósticos de esta enfermedad neurodegenerativa, el 66% corresponde a mujeres, lo que introduce un importante factor de género en la investigación”, añadió.

INVESTIGACIÓN TRANSDISCIPLINARIA

Este proyecto ha sido seleccionado dentro del grupo ANID Inter-Transdisciplinario, que busca fomentar colaboraciones entre diferentes áreas de investigación. Esto permitirá desarrollar soluciones y estrategias que tengan un impacto en biomedicina, incluyendo su aplicación como suplementos para otras líneas celulares, mejorando así diversas áreas biotecnológicas, como terapias celulares y el desarrollo de biofármacos.

“Es necesario acercar las aplicaciones de la ingeniería y la biotecnología al ámbito médico para encontrar nuevas fuentes de compuestos que se puedan utilizar en farmacéutica. Con el aumento de la esperanza de vida, se presentan nuevos desafíos en salud, donde mi enfoque radica en buscar maneras de promover una longevidad saludable. Y comenzamos con el estudio del café”, concluyó Arancibia.

Con Información de www.elperiodista.cl

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